La duquesa de Alba abandona el hospital de Sevilla en el que ingresó por la mañana

La Voz REDACCIÓN

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Europa Press

Cayetana Fizt James, de 88 años, lleva una temporada recluida en casa. Ni siquiera acudió a la boda del hijo de su íntima amiga Carmen Tello

11 jun 2014 . Actualizado a las 21:36 h.

La duquesa de Alba ha abandonado en torno a las 17.00 horas el hospital Quirón Sagrado Corazón, en el que había ingresado en torno a las 09.00 horas de la mañana de este miércoles para someterse a un reconocimiento médico. Sobre las 17,00 horas, la aristócrata abandonaba el centro hospitalario, manifestando su cónyuge que todo había ido «bien» y que se descartaba cualquier intervención quirúrgica, según informa Europa Press.

Los facultativos, tal y como publicaba El País, habrína comprobado el estado de la válvula que se le implantó en el año 2009 para mejorar sus problemas de hidrocefalia e isquemia cerebral que podría haberse obstruído.

La hija de la duquesa, Eugenia Martínez de Irujo, ha restado gravedad al hecho de que su madre haya sido hospitalizada ya que, según ha comentado a Efe, si fuera algo grave ella no estaría en el Salón Internacional de Alta Relojería de Madrid, en el que participa.

Cayetana Fizt James lleva más de tres meses sin dejarse ver en público. Pese a su empeño, la duquesa no pudo ni siquiera asistir a la boda del hijo de su íntima amiga Carmen Tello. Recluida en el palacio de Dueñas, tras una larga estancia anterior en el palacio de Liria por achaques de salud, Cayetana era una de las invitadas más esperadas al enlace de Miguel Ángel de Solís con Paloma Valenzuela. Fue la propia Carmen la que recientemente confesó que, desde se cayó en Roma, la duquesa «se ha dado cuenta de que debe cuidarse más». «Ha cogido miedo a salir, a hacerse daño -recoge el citado diario-. Además, ya no posee la misma movilidad, pero los análisis los tiene fenomenal».

En abril del 2013, Cayetana Fizt James sufrió una rotura de la cabeza del fémur tras una caída cuando se encontraba visitando el Palazzo Collona y la Piazza del Campidoglio con su marido, Alfonso Díez. En octubre del 2011, poco después de su boda, la duquesa sufrió también una caída fortuita que le provocó una fisura de pelvis. «Tengo muchas ganas de vivir. Pese a mi edad sigo sintiéndome joven para muchas cosas. Todo lo que hago me da vida y, mientras pueda, espero seguir haciéndolo», declaró Cayetana el año pasado, tras publicar su segundo libro Lo que la vida me ha enseñado.