La presentadora del televisión y el piragüista olímpico tenían previsto casarse dentro de unos meses
27 jun 2017 . Actualizado a las 08:09 h.La periodista Irene Junquera y el palista gallego Cristian Toro, ganador de la medalla de oro en K-2 200 del pasado agosto junto a Saúl Craviotto, han roto tras cuatro años de relación y a unos meses de contraer matrimonio, revela la revista Corazón TVE. Ha sido el deportista el que ha tomado la decisión de poner punto final al noviazgo.
Parece, además, que no habrá marcha atrás. Ambos han hecho una limpieza a fondo en sus respectivas redes sociales, borrando cualquier huella fotográfica del otro. Varios medios, como El Español o Chance, especulan con la idea de que ha sido la distancia la responsable de la inesperada separación: ella cuenta con una apretada agenda desde que abandonó Zapeando para presentar junto a Risto Mejide All you need is love... y él se somete a una exigente rutina de entrenamientos en Avilés.
Junquera saltó a la fama de la mano de Josep Pedrerol en Punta Pelota, el programa de Intereconomía, en el año 2008. Cuando en el 2013 el presentador deportivo fue despedido de forma fulminante y alcanzó un acuerdo con el grupo Atresmedia, la reportera fue parte del equipo de colaboradores que le acompañó en esta nueva andadura. Durante la primera etapa de ambos espacios daba voz a los espectadores hasta que en enero del 2016 pasó a ser tertuliana. En abril del 2015 se incorporó al equipo de Zapeando, el programa de Frank Blanco, y hace un mes se mudó a Mediaset.
La conexión con Galicia de la madrileña, de 31 años, va mucho más de su relación con Toro. Su madre se compró una casa en Foz hace siete años y desde entonces vive allí. Él, por su parte, ha sido, además de campeón olímpico, concursante del programa Mujeres y hombres y viceversa. Nacido en Venezuela, se mudó a Galicia, donde estaba su familia materna, cuando era un niño, y en Viveiro comenzó a moldear su pasión por el piragüismo. Pronto se empezó a vislumbrar la potencia y capacidad de sacrificio que le permitieron hacerse un hueco en la élite y le permitieron, años más tarde, encaramarse al podio.