La mujer del rey Carlos III estuvo la semana pasada de vacaciones en España
12 mar 2024 . Actualizado a las 17:41 h.La reina Camila se tomó la semana pasada unos días de vacaciones después del cansancio que le provocó el hecho de quedarse ella sola al frente de los compromisos de la corona británica. Las bajas del rey Carlos III, sometido a tratamiento por un cáncer que no ha sido especificado, y del heredero, Guillermo, dedicado a cuidar de su familia tras la operación de Kate Middleton, han hecho que Camila, de 76 años, haya tenido que asumir más actos públicos de lo que es habitual y haya presentado síntomas de agotamiento.
Cuando anunció que se iba de vacaciones, la prensa británica especuló con una escapada a una playa soleada en algún destino exótico, pero los planes de Camila la trajeron mucho más cerca. La esposa del rey Carlos III estuvo en España, según ha contado en el programa TardeAR la periodista Marisa Martín Blázquez.
Como explico la colaboradora de Ana Rosa Quintana, la reina ha pasado su descanso en la provincia de Ciudad Real dedicada a cazar perdices «en una finca a la que van personalidades» aficionadas a esta disciplina, relató la periodista. Según su narración, Camila ha estado en una finca donde también iba en el pasado el rey Juan Carlos I, un lugar que tiene además alojamiento con «varios salones, habitaciones tipo suite...»
Camila descansó en España en medio de la polémica que ha generado la prolongada ausencia de Kate Middleton de la vida pública por una enfermedad que se ha mantenido en secreto, una controversia que se agudizó desde que, el pasado domingo, el palacio de Kensington publicó una fotografía de la princesa de Gales con sus tres hijos.
La imagen había sido planificada como una primera reaparición en público después de la operación a la que supuestamente fue sometida a mediados del mes de enero. Sin embargo, la revelación de que la imagen cuenta con numerosas alteraciones tras haber sido manipulada hizo que las principales agencias de fotografía la retiraran de sus servicios por no poder acreditar la autenticidad del contenido. En un mensaje en redes sociales teóricamente atribuido a Kate Middleton, ella, como «fotógrafa aficionada», asume personalmente la responsabilidad de los retoques de la imagen.