Los días que la marquesa de Griñón pernoctaba en casa de su madre generaban rumores de crisis en el matrimonio con Íñigo Onieva
19 mar 2024 . Actualizado a las 08:53 h.Hay parejas a las que siempre rodea la sombra de la crisis. Una de ellas es la que forman Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Sobran motivos para la desconfianza, después de que el actual marqués de Griñón engañase a su por entonces novia, al menos, durante un festival en Estados Unidos. Tras el escándalo y posterior ruptura, llegó la reconciliación y la boda. Pero sus pasos siguen siendo escrutados al detalle. Desde hace semanas, llama la atención como un posible síntoma de crisis que Tamara duerme algunos días en casa de su madre, Isabel Preysler. Tras ocurrir esto varios jueves, el día que precisamente participa en la tertulia de El Hormiguero, ahora se ha desvelado la inocente y mundana causa de estas misteriosas pernoctaciones.
Según desvela Vanitatis citando fuentes cercanas a Falcó, «Tamara ha dormido en casa de su madre porque no le gusta quedarse sola en su domicilio». Dicen que con los continuos viajes de negocios de Onieva, ella prefiere ir a dormir a casa de su madre, cuando su marido no está. En todo este tiempo ella ha negado crisis matrimonial alguna, mientras sigue centrada en su proyecto de ser madre. «Para Tamara Falcó no ha sido fácil, aunque está feliz y encantada de la vida», añaden las mismas fuentes sobre su relación de pareja.
Atrás han quedado sus recientes polémicas, como la que protagonizó con el arquitecto Joaquín Torres a cuenta del bloque botánico que decidió poner en su ático, el nido de amor que comparte con Íñigo Onieva. Pero no todo han sido disgustos en este tiempo. La marquesa de Griñón presentó hace unas semanas su nueva colección de ropa inspirada en su luna de miel en África y la Polinesia. Y en los últimos fines de semana asistió a la boda de su primo Felipe Matossian y al bautizo de la hija de Isabelle Junot y Álvaro Falcó, Philippa.