El príncipe Guillermo, sobrepasado por la crisis que rodea a Kate Middleton: «¿Cuándo terminará todo?»
GENTE
La prensa británica asegura que el hijo mayor del rey Carlos III está «enfadado, frustrado y profundamente decepcionado»
22 mar 2024 . Actualizado a las 14:58 h.La familia real británica atraviesa una de sus peores crisis de comunicación desde que la salud de Kate Middleton se convirtió en motivo de especulación a nivel mundial. El príncipe Guillermo, de quien la prensa británica ha recordado su interés por mantener siempre el control de la situación, ha visto cómo la petición de mantener en secreto el motivo que mantiene convaleciente a su mujer desde principios de año se ha vuelto en contra del palacio de Kensington. Cada uno de los pasos que se han dado para intentar parar las especulaciones generadas en todo el mundo los ha puesto, cada vez más, en el punto de mira.
El vídeo borroso que publicó The Sun el pasado lunes para mostrar a la princesa de Gales por primera vez en movimiento y caminando de forma ágil junto al príncipe Guillermo tras realizar unas compras en una tienda de productos agrícolas cercana a su residencia de Adelaide Cottage no ha frenado los rumores en torno a su estado y a las razones de la errática estrategia de relaciones públicas desarrollada por los príncipes.
La prensa británica ha revelado que el hijo del rey está afrontando con preocupación el aluvión de noticias que rodean a su mujer y a su matrimonio. Sobrepasado, triste e impotente son las tres palabras que podrían definir el estado anímico del heredero al trono, que hace unos días se sinceró durante un acto oficial con varios periodistas, tal como recoge el portal Chance. Esta información asegura que una reportera de The Sun atestigua que el hijo mayor del rey Carlos III «está enfadado, frustrado y profundamente decepcionado por lo que ha ocurrido en las últimas semanas». Y, buena prueba de ello, es que desesperado, en un momento dado no dudó en preguntar a los presentes: «¿Cuándo terminará todo?»
El principal motivo de preocupación de Guillermo es la presión mediática que rodea a su mujer desde que fue sometida a una intervención abdominal programada el pasado 16 de enero. Y es incapaz de ocultar, incluso ante la prensa, su impotencia al ver la cantidad de rumores y especulaciones que se han publicado sobre Kate en los últimos dos meses.
Esta periodista británica asegura que el principal objetivo del príncipe de Gales siempre ha sido «proteger a su familia del tipo de intrusión» y acoso que sufrió su madre, Diana de Gales, y comprobar que no lo ha conseguido le ha afectado profundamente y le ha dejado totalmente abatido.
La estrategia de mantener en secreto la enfermedad y no mostrar ni una sola imagen de la princesa ha generado numerosos comentarios acerca de su posible paradero y de la supuesta infidelidad de Guillermo con su supuesta amante Rose Hanbury. Además, tres trabajadores del hospital London Clinic, donde la princesa fue intervenida y hospitalizada, están siendo investigados por supuestamente intentar acceder sin autorización a la historia clínica de Middleton. Esta brecha de seguridad en la protección de datos no ha afectado al rey Carlos III, operado en el mismo centro y en las mismas fechas por un agrandamiento de próstata. A diferencia de Kate Middleton, el monarca fue transparente desde el principio acerca de su estado de salud y aseguró que lo hacía precisamente para no dar lugar a especulaciones. En todo este proceso se ha dejado ver en público en numerosas ocasiones a pesar de encontrarse igualmente convaleciente.
Los planes de los príncipes de Gales pasan por desplazarse este fin de semana a su residencia campestre de Sandringham para pasar unos días de descanso con sus hijos George, Charlotte y Louis coincidiendo con el inicio de la semana santa. Se espera que el próximo día 31, Domingo de Resurrección, Kate reaparezca en público en un contexto familiar para asistir a misa en el castillo de Windsor, como es tradición. El heredero se tomará a partir de ahora cuatro semanas de descanso a pesar de que su padre, el rey Carlos III, está convaleciente por el tratamiento del cáncer que padece.
La actitud de Guillermo ha sido fuertemente cuestionada en el manejo de esta crisis de reputación, en especial por el hecho de haber permitido que fuese su mujer enferma la que asumiese en solitario la responsabilidad de haber publicado y haber hecho pasar como real una fotografía torpemente manipulada, la del Día de la Madre en la que aparecen Kate Middleton y sus tres hijos. Ni el príncipe ni el equipo de prensa le han ofrecido su respaldo.
Por su parte, el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, ha señalado que las constantes conjeturas y teorías conspiranoicas sobre la salud de la princesa Catalina son «cotilleo de pueblo». «Chismorrear de esta manera está mal», afirmó el máximo representante del anglicanismo, la religión mayoritaria en el Reino Unido y que está encabezada por el monarca reinante, en una entrevista con Times Radio.
«Creo que estamos obsesionados por la conspiración y tenemos poco sentido de la humanidad hacia quienes quedan atrapados en el centro de la noticia», declaró.
El clérigo adujo que «la gente debería poder estar enferma, someterse a una operación de lo que sea y hacer su vida en paz sin que nadie le exija demostrar algo cada dos días». Welby apuntó que internet exacerba el problema, lo que es «extremadamente insano».
«Es el cotilleo de pueblo de toda la vida que ahora puede dar la vuelta al mundo en segundos, y debemos dar la espalda a eso», mantuvo.
También salió el jueves en defensa de la princesa de Gales el líder del Partido laborista, Keir Starmer, quien dijo que siente lástima por ella. «Creo que deberíamos dejarla en paz. Tuvo una operación difícil y merece privacidad», manifestó en un programa de Channel 5. «Deberíamos dejar de entrometernos y dejarla en paz... No es una respuesta política, es una respuesta humana, como padre y como ser humano», agregó.