La baronesa Thyssen posó junto a su hija Carmen en una fiesta donde la gran ausencia fue la de su hijo Borja
21 may 2024 . Actualizado a las 16:01 h.El pasado 23 de abril, Tita Cervera cumplía 81 años, pero no ha sido hasta ahora cuando lo ha celebrado por todo lo alto con una cena de gala en el Museo Thyssen de Madrid que ha estado repleta de rostros conocidos. Eugenia Martínez de Irujo y su marido, Narcís Rebollo, Nieves Álvarez, Esther Cañadas, Antonio Carmona y Mariola Orellana, Carmen Lomana, Mario Vaquerizo y Alaska, Luz Casal, Carmen Calvo, Nuria March, Ruth Lorenzo o Inés Sastre no quisieron perderse esta cita en la que la baronesa Thyssen recibió el premio Women in Art, un galardón con el que se reconocía su trayectoria y aportación en el mundo del arte.
Vestida de negro con una gran flor roja en el pecho y un impresionante collar de rubíes, la homenajeada posó por primera vez junto a una de sus hijas mellizas, Carmen, que lució un vestido verde con lazada a la cintura. Una presentación en sociedad a poco más de un mes de que cumpla la mayoría de edad el próximo 6 de julio que la perfila como la sucesora de la baronesa en el mundo de los negocios y en su amor por el arte, algo que le hace «muy feliz».
La gran ausencia fue la de su primogénito, Borja Thyssen, con quien la relación ha tenido altos y bajos a lo largo de los años, aunque parece que en la actualidad es muy buena. «No han podido venir, me da mucha pena, pero les ha surgido un problema que no podían evitar», explicó sobre la no asistencia de su hijo y de su esposa, Blanca Cuesta, desmintiendo que se debiera a ningún tipo de enfado entre ellos. «Llevamos años con buenísima relación, por Dios», replicó. Más aún, confesó que «los echaré muchísimo de menos, naturalmente, a él, a su mujer y a sus hijos» cuando se traslade a Dubái, donde tiene previsto establecer su hogar mientras se construye su nueva residencia en Madrid.
Ante el aplauso y el cariño de cientos de amigos, la viuda del barón Thyssen dedicó el premio por su trayectoria y legado artístico a su madre, a su marido y a sus hijos. Una iniciativa de la revista Harper's Bazaar a quien confesaba en una entrevista que «coleccionar no es fácil. Hay muchos sacrificios, pero es maravilloso cuando consigues que esos pintores no pasen al olvido y estén en un museo». «Me siento muy orgullosa de haber cooperado en lo posible», reconocía.
Tita Cervera se adentró en el mundo del arte de la mano de su tercer marido, Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza. Fue precisamente él quien la animó y le dijo que no necesitaba estudios en la materia ya que «tenía ojo». Ella misma ha llegado a confesar que «nunca pensé que fuera a convertirme en coleccionista» ya que comenzó por ayudarle a él. Y así, con el paso de los años se convirtió en uno de los pesos pesados de las pinacotecas en España, logrando que se instalara en el país la colección privada de arte de su marido, que conforma desde los años 90 la colección permanente del Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. «La colección vino a España porque yo era española», reconoció en una entrevista con Risto Mejide.