Mientras que la monarca estuvo hospitalizada y fue dada de alta con un collarín que llevará durante meses y una mano escayolada, su hijo se encontraba en un viaje privado
23 sep 2024 . Actualizado a las 13:02 h.El nombre del rey Federico X parece estar abonado a la polémica. Lo cierto es que los escándalos lo acompañan desde una edad temprana, pero ha sido en los últimos doce meses cuando todas las miradas, las nacionales y las internacionales, han estado centradas en él la mayoría del tiempo.
La última fue hace apenas unos días, cuando la casa real danesa informó de que la reina emérita, Margarita II, había sufrido una aparatosa caída y estaba ingresada en el hospital. A sus 84 años, lleva casi un año retirada tras abdicar en favor de su hijo a finales del año pasado. Pese a todo, sigue participando en actos oficiales ya que, según ella misma declaró, su trabajo era «de por vida», pero apeló a los problemas derivados de una complicada operación de espalda y a la necesidad de dar paso a la nueva generación para justificar su retirada.
Pocos días después recibía el alta y salía del hospital con un collarín que tendrá que usar durante los próximos meses, ya que la caída le provocó «daños en las vértebras del cuello», además de una escayola en al mano izquierda a causa de una fractura.
Y mientras Margarita II estaba convaleciente, trascendía que su hijo Federico se encontraba en un viaje privado, que no había cancelado ante la caída de su madre. No se sabía dónde estaba, ni con quién ni porqué motivos (algo bastante habitual en el caso del rey danés, incluso cuando era príncipe. Ahora ha trascendido el lugar en el que pasó estos días. Federico X se subió en un avión privado tras el ingreso de su madre. Aunque la casa real danesa se limitó a decir que estaba «en una estancia privada en el extranjero», un medio alemán, el Siegener Zeitung, reveló que el rey se encontraba en Alemania.
Estaba en un evento de motor junto a su primo, el príncipe Gustav Sayn-Wittgenstein y la mujer de este, Carina Axelsson. Allí se les pudo ver con Walter Röhrl en la Röhrl Klassik, en el que se exhiben unos 150 Porsche históricos en una ruta de más de 700 kilómetros. Este evento tuvo lugar en el castillo Bad Berleburg, muy vinculado a la familia real danesa desde hace siglos.
Ante las críticas que despertó en su país, Federico aseguró que la reina Margarita estaba «en muy buenas manos», mientras él viajaba a Alemania. No es ya la primera vez que los daneses afean su nuevo y flamante rey que se coja más vacaciones de las que debería.
Aunque los meses han ido diluyendo el escándalo que provocaron hace casi un año las fotos de un revista en las que se veía al todavía príncipe Federico de Dinamarca paseando por Madrid con Genoveva Casanova, lo cierto es que hay quien sostuvo que este escándalo pudo influir en la abdicación de la reina Margarita y la posterior coronación de su primogénito. El caso es que, aunque Genoveva se mantuvo alejada del foco mediático y su paradero fue, durante meses, un misterio y fuente continua de elucubraciones, las imágenes mostraban a Federico «solo y desorientado en Madrid», abandonando el domicilio de la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo con una maleta.
Esta temporada podrá verse a Genoveva Casanova participando en el concurso de Antena 3, El desafío, a cuyas grabaciones llegó a entrar la pasada primavera cubierta con una bufanda para evitar ser captada por las cámaras.
Más allá del discutido presunto affaire entre Casanova y Federico, sobre el que se elucubró que podría haber durado años, el caso es que al mismo tiempo trascendieron y se habló mucho de los viajes privados de Federico X. En el momento en el que se encontraba con Genoveva Casanova en los aledaños del parque del Retiro, parece ser que no tenía escoltas, como tampoco los tendría en otro viaje con amigos a la capital unos meses atrás.
Federico X, que comparte trono con su mujer, Mary Donaldson, con la que tiene cuatro hijos y celebró el mes de mayo pasado sus veinte años de matrimonio, parece querer instaurar una nueva forma de reinar en Dinamarca, separando la vida pública de la privada, algo que le está ocasionando numerosas críticas.