Los reyes de Suecia piden un préstamo de 600.000 euros para llegar a fin de año

Joaquina Dueñas MADRID / COLPISA

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Henrik Montgomery / TT

Los monarcas cursaron la solicitud al Gobierno de su país mientras disfrutaban de unas vacaciones en Brasil

19 nov 2024 . Actualizado a las 18:08 h.

Los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, están recibiendo innumerables críticas después de su último movimiento: la solicitud al Gobierno del país de 7 millones de coronas suecas, poco más de 600.000 euros, para poder finalizar el año. Una petición que la corona ha realizado mientras los monarcas estaban de vacaciones en Brasil, lo que ha contrariado a la opinión pública.

No es la primera vez que las finanzas de la familia real sueca se ven en entredicho. En el año 2014, el Ejecutivo sueco llamó a atención a la institución por el ritmo al que estaba aumentando el gasto. Ante aquella advertencia, la casa real argumentó que se habían destinado 2 millones de coronas (algo más de 170.000 euros) a la boda de la princesa Madgalena. En aquella ocasión, el director financiero de la familia real aclaró que sería el propio Carlos Gustavo quien se haría cargo de los gastos extra al finalizar el año.

Diez años después, las cuentas de la monarquía sueca vuelven a copar los titulares. Hace unas semanas, la familia real liberaba sus agendas para disfrutar de unas vacaciones privadas en Brasil mientras que la regencia del país pasaba a la princesa Magdalena. Finalizados estos días de descanso, el medio sueco Aftonbladet ha revelado la petición de 7 millones de coronas para poder hacer frente a los sueldos de los trabajadores de la corona sin entrar en números rojos.

El Parlamento ya ha aprobado el gasto extra, si bien lo ha hecho con la condición de que esa cantidad sea devuelta el próximo año con cargo al presupuesto del 2025, que ya se ha determinado en 190 millones de coronas (casi 16,4 millones de euros), lo que supone un incremento de 21 millones de coronas respecto al 2024.

Jon Lindman, director financiero de la familia real, ha enumerado tres razones por las que han necesitado este dinero extra. «En primer lugar, tenemos un alto nivel de exigencia, queremos realizar mucho trabajo y tener muchas actividades», ha precisado. Además, ha añadido que «el gobierno reclama participación por parte de la familia real en muchos actos», para terminar argumentado que «la tercera razón es la inflación». «Todo esto está elevando nuestros costes y han creado un déficit», ha explicado. En este sentido, se ha comprometido a ajustarse a esos nuevos 7 millones, por lo que ha anunciado que no tienen previstas para este otoño ninguna cena oficial ni actividades de alto nivel.

Las fotografías publicadas por la prensa local de matrimonio real tomando el sol en Brasil no han ayudado a una mejora de la imagen de los reyes que han sumado un nuevo contratiempo ya que, recién incorporados de sus vacaciones, la institución ha tenido con volver a cancelar la agenda de la reina Sonia aquejada de una grave infección respiratoria. «La reina esperaba con alegría poder visitar Singapur con el rey Carlos Gustavo y lamenta no poder acompañarlo en el viaje», reza el breve comunicado oficial.

Las cuestiones económicas no son las únicas que han ensombrecido el reinado de Carlos Gustavo de Suecia. Desde su juventud, tuvo fama de donjuán, algo que sus súbditos toleraron debido a su trágica historia familiar, perdió a su padre cuando tenía solo nueve meses en un trágico accidente de avión, y su dislexia. Pero la publicación del libro El rey renuente en el 2010 reveló su lado más oscuro: el monarca había frecuentado clubes nocturnos clandestinos, participado en fiestas con strippers y mantenido relaciones extramatrimoniales, incluyendo una larga aventura con la cantante Camilla Henemark en los años noventa. Además, el servicio secreto sueco habría encubierto sus escapadas, eliminando pruebas comprometedoras.

Las revelaciones afectaron la imagen pública del rey, pero él y su familia optaron por no desmentir los hechos, limitándose a declarar que habían «pasado página». Los reyes Carlos Gustavo y Silvia, que llevan 51 años en el trono, lograron salvar su matrimonio y con él, la estabilidad de la monarquía.