Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

El príncipe Andrés, excluido de un acto por su hermana, la princesa Ana

joaquina dueñas MADRID / COLPISA

GENTE

El príncipe Andrés
El príncipe Andrés POOL

Nuevo desaire familiar al duque de York, que no recibió la invitación para un evento de la escuela de la que él fue alumno

17 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tira y afloja en la familia real británica no cesan y, una vez más, tienen como protagonista el príncipe Andrés, caído en desgracia desde que salió a la luz su estrecha relación con Jeffrey Epstein, el magnate financiero estadounidense acusado de abusos sexuales, y de que él mismo fuera acusado por Virginia Giuffre de haberla agredido sexualmente en tres ocasiones cuando ella tenía 17 años.

El escándalo hizo que su madre, la reina Isabel II, le retirara todos los títulos militares y patronatos reales. Desde entonces, el duque de York vive una de sus etapas más complicadas, entre desaires familiares y la amenaza de desalojo de su residencia.

La semana pasada, el príncipe Andrés fue excluido de una cena de gala en el Castillo de Windsor, organizada por la princesa Ana para celebrar el legado de la Escuela Gordonstoun, institución de la que es directora. Según un comunicado de la escuela, la cena fue un evento íntimo con un número reducido de invitados, pero la exclusión del duque de York, quien vive a pocos kilómetros en Royal Lodge, ha sido interpretada como un desaire deliberado.

Fuentes cercanas al príncipe expresaron su descontento, señalando que a Andrés «le habría encantado asistir a la cena si hubiera sido invitado». No en vano, fue alumno de la institución. La princesa Ana, quien anteriormente era considerada una de las pocas aliadas del príncipe dentro de la familia real, parece haber tomado distancia en medio de las polémicas que rodean a su hermano, incluidos sus vínculos con un empresario chino que se habría descubierto como espía del país asiático y que provocó que se quedara fuera de la lista de invitados de las celebraciones navideñas de los Windsor.

A esto se suma la creciente tensión entre el duque de York y el rey Carlos III. Desde que este último asumió el trono, Andrés ha perdido privilegios, incluida su asignación económica anual, lo que ha intensificado la presión para que abandone Royal Lodge lo antes posible. El monarca considera que el príncipe, apartado de sus deberes reales y rodeado de escándalos, no puede justificar financieramente su permanencia en la costosa residencia de 30 habitaciones.

Sin embargo, Andrés ha dado un ultimátum a su hermano. Según medios británicos, el duque ha amenazado con llevarse a los corgis de Isabel II si se ve obligado a abandonar su residencia. Un gesto que ha sido calificado por expertos reales como un «golpe bajo» que agrava aún más las tensiones familiares. «La reina se revolvería en su tumba si supiera que Andrés usa a sus perros como moneda de cambio».