Poco premio para un Celta que ya puede presumir de madurez

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La igualada culmina una semana casi redonda para el equipo de Paco Herrera

03 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El fútbol unas veces te da, y otras te quita. Eso pensaría ayer más de un celtista al ver cómo en los últimos minutos del partido el Levante se hacía con un punto en su visita a Balaídos. Los celestes habían hecho un trabajo casi redondo para concluir una semana extenuante, pero perdonó, y al final tuvo que conformarse con un empate amargo.

El once

Cambio de pareja en ataque. La entrada de De Lucas como pareja de ataque de Iago Aspas fue la gran novedad ante el Levante. El gol providencial del catalán en el partido de Copa, con el refuerzo anímico que conlleva, animó a Herrera a dejar a Park y a Bermejo en el banco y dar la titularidad al futbolista. También la necesidad de contar con delanteros móviles para mover a los armarios granotas. De Lucas se entendió bien con sus compañeros, y su presencia en punta permitió a Aspas retrasar unos metros su posición y jugar más con el balón. Se entendieron bien, y su gol cierra una semana perfecta.

La zaga

De menos a más. La defensa del Celta comenzó mostrando dudas, algo titubeante. Martins, el gran referente ofensivo del Levante, metió en más de un apuro a los celestes, pero con el paso de los minutos el equipo local cobró confianza y fue a más. No pasaron grandes apuros los centrales, y la cuestión de los laterales ya es caso aparte. Los dos están en un momento dulce. Hugo Mallo ofreció una exhibición de seguridad y visión de juego, y al igual que Roberto Lago, no hizo ascos a proyectarse en ataque. El equipo gana con ellos con cada semana que pasa.

La lectura

Balón y paciencia contra el rival. El Celta sabía muy bien a quién tenía delante. Por eso desde el minuto uno salió a hacer su juego, a controlar el esférico y a tener paciencia. Era clave no perder balones que facilitasen los peligrosísimos contragolpes levantinos. Se esmeraron en finalizar las jugadas y en no desperdiciar nunca un balón.

El ataque

El que perdona, paga. Si el Celta hubiese subido a su marcador la mitad de las ocasiones claras que generó, habría endosado una goleada al Levante. Y es que Cabral, De Lucas o Bermejo tuvieron a lo largo de los 94 minutos opciones claras. La falta de finalización no es tampoco una novedad en las filas celestes, ya que desde el inicio de Liga se han mostrado capaces de generar peligro, pero con más apuros para finalizar.

Actitud

La confianza la dan los resultados. El Levante visitaba Balaídos como un rival temible, pero el Celta lo recibió en un momento dulce. La victoria en Zaragoza y el triunfo en la eliminatoria copera han reforzado al equipo de Herrera, que ayer demostró tener mucha confianza en sí mismo. Los celestes transmiten cada vez más serenidad y la sensación que generan es que ya han alcanzado la madurez en Primera. El equipo se mostró capaz de sobreponerse al tremendo sobreesfuerzo de la semana.