El Celta no aprovechó sus múltiples llegadas y el Betis se llevó la victoria
18 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La segunda derrota del curso en Balaídos fue un varapalo para los celestes, que hicieron méritos para tener un resultado positivo, pero a los que su falta de chispa le pasa factura. Los celestes necesitan trabajar a destajo para generar ocasiones, y cuando lo consiguen, falta efectividad.
El sistema
Rombo más allá del Real Madrid. La lesión de Álex y la buena rentabilidad que el Celta sacó del 4-4-2 en forma de rombo que Herrera se sacó de la chistera ante el Real Madrid, animaron al técnico a repetir modelo. Borja Oubiña salió de inicio como único pivote con Augusto y Krohn-Dehli colaborando desde las bandas y con Mario Bermejo de mediapunta. El cántabro ya se está acostumbrando a desarrollar un papel en el que la contención es tan importante como mirar a puerta.
Alternancia
Partido abierto. Los arranques de las dos partes fueron claramente del Celta. El Betis salía frío del túnel de vestuarios, pero con el paso de los minutos la presión del conjunto andaluz iba a más. Sucedió en las dos partes, y en ninguna de ellas los celestes fueron capaces de aprovechar los momentos de flaqueza del rival.
Presencia
Alternancia en los flancos. En la primera mitad el ataque se apoyó en el flanco izquierdo. Aunque Roberto Lago no estuvo tan intenso en ataque como en otros partidos, al asociarse con el ubicuo Krohn-Dehli dio alas a las llegadas celestes, que sin embargo languidecían en los metros definitivos. En la segunda mitad el Celta vasculó más por banda derecha. Augusto se metió en el partido y generó peligro. Bermejo o Aspas hicieron temblar a los béticos.
Intensidad
Dos velocidades. Aunque el Celta siempre intentó llevar el peso del partido, en la segunda mitad, superada la presión visitante, dio a su juego una punta más de velocidad en el ataque. La apuesta no dio frutos, y en una acción puntual llegó el mazazo de los béticos.
Eficacia
Faltan remates y veneno. El Celta tiene que llegar hasta la cocina, y varias veces, para conseguir gol. Ayer su falta de veneno se reflejó de nuevo. El equipo echó en falta ser más incisivo y sobre todo tener gol. El fútbol celeste fue romo y se pagó con una peligrosa derrota.