Los celestes inauguraron el palmarés del Trofeo Cidade Termal
07 feb 2013 . Actualizado a las 20:05 h.Los lazos entre ourensanistas y celtistas volvieron a estrecharse una vez más, con la disputa de un torneo amistoso que a la postre, fue a parar a las vitrinas del club vigués.
En medio de un ambiente festivo como correspondía a la cita amistosa, el once inicial presentado por los celestes, con jugadores de su primera plantilla, del filial y de los juveniles, asumió la iniciativa que cabría presuponer, ante un anfitrión bien replegado, aunque sin grandes argumentos para la salida con el esférico.
El rondo del combinado olívico careció de profundidad y la zaga rojilla no pasaba por grandes apuros, hasta que Antón De Vicente ?ayer como lateral diestro- progresó casi hasta el pico del área desde donde lanzó un centro envenenado que remató el juvenil Santi Mina, haciendo gala de sus dotes goleadoras y sorprendiendo a toda la retaguardia local.
Eficacia máxima de los célticos, que continuaron con su circulación parsimoniosa de la pelota y con escasas oportunidades de pisar área con peligro, de no ser en una incursión de Aspas, frustrada por su resbalón cuando le había ganado la espalda a los defensores ourensanistas.
La propuesta atacante de los hombres de Luisito aún fue más escasa, porque Pablo Pillado fue el único que tuvo el descaro suficiente para disparar a puerta, en dos ensayos demasiado lejanos para inquietar a Sergio.
Tras el intermedio, Paco Herrera optó por probar con una nueva configuración, ya que incluyó a todos los hombres que tenía en el banquillo, un total de diez, manteniendo tan solo al juvenil David Costas como central. En el Ourense, su entrenador se decantaba por buscar mayor fluidez en su juego, con Yebra y Álex Fernández como gestores del mediocentro.
Pareció funcionar el retoque, porque los de casa jugaron más que en una primera mitad en la que viajaron a remolque, pero se intuía que Bermejo y De Lucas eran capaces de abrir una brecha por centro y así lo hizo este último, habilitando a Aitor García, para que aprovechara su punta de velocidad y definiera con solvencia ante la salida de Manu Táboas.
El joven onubense, llegado para el filial en el mercado de invierno, ampliaba así la ventaja celtiña en el momento en que los de Luisito más se aproximaban a la meta que ocupaba el juvenil Rubén Blanco.
En una de esas proyecciones, el centro de Iván González fue rematado por el canterano Rubén Arce para aminorar distancias y animar a un público que disfrutó con la contienda intersemanal. Porque fue en este último cuarto de hora cuando ambos conjuntos se desinhibieron, para llegar con mayor claridad al marco contrario. De Lucas hizo trabajar a Táboas otra vez y un incisivo Iván puso a prueba al prometedor Rubén la otra portería, pero el marcador no volvió a moverse.
La parroquia de O Couto agradeció la colaboración del Celta con un equipo ourensano que volvió a agradar en su feudo, a la espera de asentarse en la Segunda División B.
Goles: 0-1, min 18: Santi Mina; 0-2, min 63: Aitor; 1-2, min 71: Rubén Arce.
Árbitro: Cid Puga, del comité ourensano.
Incidencias: O Couto (Ourense). Algo más de 2.500 aficionados en la disputa del Torneo Ourense Termal.
Manu Táboas, Josu, Campillo, Portela, Capi, Padrón, Adil, Pillado, Sanginés, Luismi y Quintairos. También jugaron Claudio, Yebra, Álex Fernández, Iker, Óscar Martínez, Iván, Rubén Arce y Álex.
Sergio, Antón, Lago, Cabral, David Costas, Insa, Álex López, Toni, Añón, Santi Mina y Iago Aspas. También jugaron Rubén Blanco, Jonathan Vila, Jony, Bermejo, Pranjic, Bellvís, De Lucas, Aitor, Jordan y Fernán.
Santi Mina y Aitor forjaron una ventaja celeste que aminoró el canterano Arce