El Levante y el Granada que salvó Resino no firmaron grandes rachas
27 feb 2013 . Actualizado a las 10:59 h.El pasado domingo, cuando el Celta lograba su imprescindible triunfo sobre el Granada, se cumplía una de las máximas que han acompañado a Abel Resino en la resurrección de sus equipos: empezar puntuando. Tanto en Levante como en Granada, donde el toledano obró el milagro de la permanencia asumiendo la dirección a mediados de temporada, el técnico entró con buen pie. En el Levante arrancó con un empate a ceros ante el Athletic de Bilbao, y la temporada pasada el Granada se alzó con el triunfo en casa del Betis al imponerse 1-2 en el estreno del toledano. Fueron el primer paso de un camino sinuoso y que exigió templanza a los equipos. La misma templanza que deberá exhibir ahora el Celta.
Más allá de puntuar en su debut, que puede resultar anecdótico, los equipos a los que Resino revivió registran una secuencia de resultados irregular. En Levante, tras el empate inicial, llegó una derrota 2-4 ante el Sevilla a la que siguió la victoria por 0-1 ante el Real Madrid. El partido del Bernabéu fue un punto de inflexión para un equipo que empató los dos siguientes partidos. Sin embargo, aquel Levante que logró la salvación solo consiguió encadenar dos victorias consecutivas en dos ocasiones hacia el final de la Liga. Aunque en una de esas rachas las víctimas de aquel Levante fueron Nástic y Celta, dos equipos que al final de la temporada acabaron en zona de descenso.
Resino sabe de la importancia de vencer en los enfrentamientos directos, y respecto al Celta añade que esos duelos a cara de perro dificultan adivinar dónde estará la salvación. «Ahora mismo es muy difícil decir cuántos puntos van a ser necesarios para salvarse. Yo creo que dependerá mucho de los resultados que se den en los enfrentamientos entre los equipos inmersos en esa pelea», comentó.
El caso del Granada
Al Granada de Resino también le tocó sufrir para mantener la categoría el curso pasado a pesar de que su arranque a finales de enero había sido idílico. Dos triunfos (1-2 al Betis y 2-1 al Málaga) dieron un empujón al conjunto nazarí, que a renglón seguido tuvo que mantener la calma al sumar 3 de 15 puntos cuando más cara se ponía la salvación. Una de esas derrotas había sido además ante un Villarreal con el que los andaluces se jugaban el tipo. Cierto que, más allá de ese encuentro, en los otros partidos clave, fue cuándo el Granada de Resino apretó los dientes. Venció al Sporting de Gijón y se impuso por la mínima al Racing de Santander. A los dos enterró en el pozo.
En casa, y fuera
Abel Resino sabe que los partidos del Celta en casa serán «fundamentales», pero también que «con eso no los llegará». El técnico se ha encontrado a un Celta que se destaca como el peor visitante con cuatro puntos en lo que va de temporada. Mantener la categoría pasa, como ya sucedió con Granada y Levante, por sumar fuera.
En el caso de los granotas, un balance de 11 puntos como visitante en 11 partidos fue clave para mantener la categoría. Fue el empujón que refrendó los 16 cosechados en casa. Con el Granada sucedió algo similar, aunque solo lograron sumar siete de 30 puntos. Al Celta le toca ahora demostrar que también puede superar su vértigo lejos de casa. Por ahí pasa media vida.