Park considera que el gol en el derbi confirma su adaptación al Celta
19 mar 2013 . Actualizado a las 13:44 h.Con Aspas fuera de combate el Celta se encomienda a Park, pero al mismo tiempo el coreano se enfrenta a su último tren para no salir de Vigo por la puerta de atrás el 30 de junio. Para comenzar rompió su sequía de casi una vuelta al anotar el tanto vigués en Riazor. «Tras marcar siento que acabé mi adaptación a la Liga, me siento con más confianza», comentó Chu Young Park a su empresa de representación.
Hace tiempo que el rendimiento de Park está bajo sospecha y que su presencia en el once ha ido menguando. Con Abel Resino había pasado desapercibido en los dos primeros partidos, frente al Real Madrid salió en la recta final para cabecear al palo y con el Deportivo, además de estar activo, vio puerta cuatro meses después. Su último gol había sido al Mallorca. Fue además su primera diana a domicilio.
El entorno del futbolista considera que Park ha pagado el proceso de adaptación, siempre complicado para un asiático. «Con solo 27 años Chu Young ha experimentado muchas competiciones de alto nivel. Ha tenido su bajón, pero siempre los supera y proporciona buena energía al equipo. Los delanteros hablan con goles y Chu Young Park lo sabe muy bien», comenta Yung Gon Park, el presidente de Metrz Sports Management, una empresa ubicada en Madrid y que representa al coreano. El argumento se sustenta con la evolución que experimentó en su día en el Mónaco, en donde no explotó en la primera temporada, sino en la segunda.
Park sabe que en Vigo no tendrá una segunda oportunidad. «Sé que no queda mucho tiempo para mí en el Celta, pero quiero ser recordado como un jugador querido para la gente de Vigo. Esta es la razón por la que juego cada partido para el club», comentó el futbolista a su empresa de representación, a quien destacó la gran competencia que hay en el Celta.
Por eso quiere aprovechar los diez partidos que quedan para reivindicarse y dejar huella. De entrada se siente liberado tras marcar en A Coruña. Admite que necesitaba dar un «puñetazo» en el tapete.
Más allá de sus oportunidades, el coreano para nada está contento con la roja de Aspas: «La expulsión de Iago no significa una oportunidad, pero sí más responsabilidad para mí. Si el equipo ahora necesita más de mí, me lo tomo con responsabilidad y dispuesto a esforzarme para cubrir las necesidades. Los profesionales tenemos que vivir con la situación del club».
A nivel personal, se mostró encantado con su estancia. «Estar en el Celta es un orgullo y Vigo da alegría a mi familia y a mí. Estar aquí en una suerte para nosotros». Antes de marcharse tiene dos tareas. Reivindicarse y aportar goles a la tarea de la permanencia.