El coreano comienza ante el Barça un mes decisivo para redimirse en Vigo
28 mar 2013 . Actualizado a las 15:03 h.Llega la hora de Chu Young Park. Con su rendimiento bajo sospecha y ante la ausencia de Iago Aspas por sanción, el coreano se destapa como la principal novedad para recibir al Barça y como la baza ofensiva del Celta en un partido tan difícil como atractivo. Y con un Balaídos lleno.
Park llega liberado por su tanto en el derbi. En Riazor quebró una racha de 15 partidos sin marcar un gol en Liga. «Me siento con más confianza», comentó el delantero tras marcarle al Deportivo.
Ahora le toca asumir la responsabilidad y demostrar el caché que le trajo a Vigo en calidad de cedido. El Arsenal, que pagó 3,4 millones de euros al Mónaco por su fichaje, le mantiene una ficha astronómica y asume gran parte del coste de la cesión al Celta. Sin embargo su caché no se corresponde con su producción. Tres goles en Liga (Getafe, Mallorca y Deportivo) y un cuarto en la Copa del Rey (Almería) es todo su bagaje. Tan solo le acompaña el porcentaje de acierto. Con una presencia casi testimonial firma un gol cada 200,6 minutos.
Una de las incógnitas para verlo frente al Barcelona es verificar como combina con Bermejo como acompañante. Hasta la fecha todas sus apariciones habían sido al lado de Aspas.
Con el cántabro todo indica que compartirá posición avanzada dentro de un 1-4-4-2. En este dibujo no será un delantero de referencia, sino que debe aprovechar su velocidad para el desmarque para sorprender a una defensa de circunstancias como la que pondrá el Barça en escena el sábado en Balaídos.
Chu Young Park asume el reto. «La expulsión de Aspas no significa una oportunidad sino que es una responsabilidad. Si el equipo necesita más de mi me lo tomo con responsabilidad», indicó el delantero.
El futuro de Park y del Celta parecen ir de la mano a lo largo del próximo mes. Es el tiempo que tiene el coreano para revalorizarse después de salir incluso de las convocatorias de su selección y el que le queda al conjunto vigués para subirse al tren de la salvación. Hasta la fecha el futbolista ha dejado destellos de capacidad de desborde, juego de cabeza y visión para generar ocasiones, pero le ha faltado puntería y juego asociativo. También sacrifico defensivo, algo capital para la presión.
En su descarga aparece la falta de continuidad, con seis titularidades a lo largo de todo el curso y una presencia menguante en los últimos tiempos. Quizás la respuesta a su escasa implicación.
Park ni ha ejercido de revulsivo ni de killer jugando de cara. Su rédito es igual. Dos goles como titular y otros tantos como relevo. Entre ellos el que tuvo más trascendencia, el conseguido ante el Getafe en su debut en Balaídos el pasado mes de septiembre.
En todo lo que va de año ha sido titular únicamente ante la Real Sociedad. Desde entonces, principios de febrero, ha tomado parte en cuatro contiendas más, dos de ellas ya con el nuevo entrenador. Primero cabeceando al palo frente al Real Madrid y después marcando en Riazor. Ahora llega su última oportunidad. Necesita goles para redimirse.