Los jugadores del Celta reclamaron penalti en dos acciones durante la segunda mitad del partido, a las que también se refirió el técnico celeste, Abel Resino, posteriormente en la conferencia de prensa.
La primera y más clara de ellas tuvo lugar en el minuto 58, cuando Mario Bermejo era derribado por el central Pedro Geromel en el dentro del área del Mallorca en el momento en que se disponía a rematar hacia la portería defendida por Dudu Aouate, en una de las ocasiones más claras de las que dispuso el Celta a lo largo del partido. El colegiado está muy cerca del punto en que se produce el penalti, pero decide no señalar nada a pesar de las protestas de los célticos. Bermejo quedó dolorido en el suelo, llevándose las manos al hombro.
De nuevo el brasileño Geromel protagonizaba apenas siete minutos más tarde -cumplido el 65 y coincidiendo con los mejores minutos del Celta- la segunda acción polémica dentro del área local, está vez al derribar al central celeste Andrés Túñez, también cuando se disponía a rematar tras el saque de una falta lateral botado por Krohn-Dehli.
La dirección céltica, como ya había hecho en Segunda, jamás han elevado la voz en material arbitral y todo apunta que una vez más optarán por el silencio.