El Celta resurge a través de su esencia

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Los célticos han recuperado la confianza tras dos triunfos consecutivos.
Los célticos han recuperado la confianza tras dos triunfos consecutivos. ISAAC FERRERA < / span>LOF< / span>

La recuperación del juego combinativo y la solidez defensiva marcan el paso al frente vigués

29 abr 2013 . Actualizado a las 17:22 h.

La mejoría defensiva, con el equipo armado más atrás, el retorno a la posesión del balón, un punto más de intensidad y compromiso ha cambiado el panorama del Celta, que por primera vez ha encadenado dos victorias consecutivas en todo el curso. Aún así, sigue habitando en la zona de descenso porque todos los equipos de la parte baja han comenzado a acelerar.

La posesión

El equipo ha recuperado el juego combativo

Si alguna seña de identidad tiene el Celta del último trienio es su gusto por el fútbol combinativo. En las últimas jornadas había cambiado el contacto con el esférico por un juego más directo. Incluso en partidos como el vivido ante el Rayo (el peor de los últimos tiempos) había sido Javi Varas el encargado de desplazar el balón en busca de una prolongación de cabeza. En las tres últimas citas el cuero ha vuelto al piso. En Valencia, frente al Levante, los vigueses acumularon un 54% de posesión.

La defensa

Más armados y más cerca del área grande

Aunque por primera vez 20 partidos después el Celta se quedó sin encajar, el giro defensivo del equipo es apreciable desde la contienda de Mallorca. En Son Moix la única licencia provocó la derrota y ante el Zaragoza tan solo el balón parado supuso un gol en contra y un susto mayúsculo. En el Ciutat de Valencia el peligro granota se ciñó al penalti errado por Barkero y al trallazo de Simao derivado del único rechace que quedó en la frontal.

Ataque

Incremento de oportunidades. La falta de pegada sentenció a Herrera y Abel buscó Eldorado adelantado la línea de presión y buscando ataques de vértigo. La idea no funcionó. El Celta necesita posesión para llegar al área y por ese camino ha encontrado una vía de éxito. Ante el Levante disparó en ocho ocasiones, cuatro de ellas entre los tres palos, con el Zaragoza lo había hecho en doce oportunidades (tres por dentro de la portería) y en Mallorca no marcó porque le birlaron dos penaltis clamorosos. Aún así finalizó ocho jugadas.

Actores

Siete de casa en el último once

En el momento de máximo compromiso, Abel ha fabricado el once más canterano de toda la travesía en Primera División. Ante el Levante jugaron de inicio siete futbolistas formados en A Madroa: el cuarteto defensivo y demás columna vertebral: Oubiña, Álex y Aspas. En el once tipo actual solo hay dos extranjeros: Augusto y Krohn-Dehli, los dos claves en la remontada.

Actitud

El compromiso por encima de todo

Lejos del trauma que se presuponía por perder en el minuto 93, la bofetada de Son Moix ha hecho más fuerte al colectivo. De la mano de jugadores veteranos como Varas o Bermejo el equipo ha apretado los dientes y ha dado un paso al frente. Solo así puede entenderse la remontada ante el Zaragoza o aguantar con nervios de acero pese a la actuación de Muñiz Fernández el sábado.

Confianza

Los resultados lo cambian todo

El equipo ha recuperado la confianza. La derrota frente al Rayo presentó a un Celta moribundo y en caída libre, sin capacidad de reacción. Tres semanas después el panorama es opuesto. Los dos triunfos no solo transmiten confianza, sino que todo apunta que Abel ha dado con la tecla y que el equipo está más vivo que nunca.

La afición

El gran activo

Si alguien es inasequible al desaliento en el Celta esa es la afición. Incluso en la peor racha organizó quedadas y actos de apoyo al equipo. El sábado volvió a demostrarlo en Peinador y todo apunta hacia una gran entrada el viernes en Balaídos en la cita ante el Athletic. Si el equipo consigue el objetivo final ellos serán responsables en gran medida.