Amenazas con pasado celeste

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Diego Costa y Mario Suárez vuelven por primera vez a Balaídos para una final

07 may 2013 . Actualizado a las 17:13 h.

Diego Costa y Mario Suárez regresan por primera vez a Balaídos. No han vuelto a pisar en partido oficial el campo en donde fueron locales durante el curso 07/08, el primero del Celta en Segunda después de su último descenso. Los dos en calidad de cedidos por parte del Atlético de Madrid. Ya entonces ambos, muy jóvenes, apuntaban alto, recuerdan Roberto Lago y Jonathan Vila, los supervivientes de aquel conjunto vigués. Mañana serán rivales.

«Como jugador lo tiene todo, estuvo aquí muy joven pero ya apuntaba cosas de futbolista y lo está demostrando. Después de muchas cesiones ha explotado y lo está haciendo muy bien», comenta Roberto Lago de Diego Costa. «Cuando vino aquí ya se le veían maneras aunque era un chaval muy joven. Tenía detalles de gran calidad y además se veía que era un jugador con un carácter especial», rememora Vila. El brasileño, que vistió de celeste con 19 años, jugó 30 partidos en Segunda División, con nueve amarillas, tres rojas y cinco goles. Uno de ellos, en Los Pajaritos de Soria arrancando desde el medio del campo y marcando en jugada individual.

Mario Suárez, que fue celeste con 20, jugó cuatro partidos menos. Solo vio cuatro amarillas pese a ser mediocentro y dejó dos goles para la estadística. A Xerez y Granada 74. «En aquellos tiempos éramos competencia directa -recuerda Vila, entonces mediocentro- pero en aquel Celta era muy difícil jugar». «Llegó muy joven, tenía calidad. Tuve una buena relación con él, tanto para quedar a comer como para compartir ciertas cosas. Me alegro que esté en un gran club, jugando y siendo internacional», apunta Roberto Lago.

De los dos, cinco años después, es Diego Costa el más mediático, no solo por su nivel futbolístico y su capacidad para hacer gol. Sobretodo por sus polémicas con los rivales. No es nuevo: «En el campo hacía cosas raras, que sigue haciendo porque es su ADN, su forma de ser y yo creo que el tiempo cambia, las personas no. Puede evolucionar y ojalá evolucione porque creo que es algo que la gente le critica», indica el lateral mientras recuerda que «tiene ese cartel y quitárselo es difícil». «Es así, es su manera de jugar, de afrontar los partidos, con mucho carácter y personalidad», añade Vila, que se prepara para no entrar en ninguna guerra con el brasileño: «Lo importante es no entrar en sus provocaciones, y a partir de ahí que haga lo que quiera». No considera que tener datos directos sobre su juego le pueda ayudar: «Que sea un jugador conocido te da referencias, pero nada más. Todos sabemos de sus características, es un jugador complicado de defender porque tiene buena conducción de balón, es rápido y habilidoso».

Lago ahonda además en su faceta más íntima: «Yo le conozco y es un tío genial, un tío que nunca dio ningún problema en el vestuario, por lo menos aquí. Siempre ha aportado cosas buenas».

Mario Suárez pasa más desapercibido, pero su crecimiento ha sido brutal. De titular intermitente en Vigo, a internacional absoluto con España. «Es un jugador de mucha calidad, que mueve muy bien el balón y al equipo, con buena salida, maneja muy bien las dos piernas y es muy inteligente en el campo. También tiene llegada y buen disparo desde fuera del área», recuerda el ahora central celeste. Roberto ve en su paso por Palma, tras irse de Vigo, su punto de inflexión: «El Mallorca fue su trampolín y le sirvió para llegar al Atlético de Madrid. Al principio le costó asentarse, pero con el paso de los partidos ha aprovechado sus oportunidades y es un jugador importante para el sistema que utiliza su entrenador y me alegro muchísimo por él».

Los dos serán una amenaza mañana, pero el Celta se juega la vida.