Argumentos para la indignación

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El Celta guarda silencio a nivel institucional con los últimos arbitrajes, pero la plantilla desconfía al menos de seis duelos con decisiones perjudiciales

14 may 2013 . Actualizado a las 13:25 h.

El Celta guarda a nivel institucional silencio sobre los arbitrajes pese a que el técnico Abel Resino solicitó el pronunciamiento del club en su comparecencia del pasado domingo en el Benito Villamarín. Pero el mutismo impuesto por Carlos Mouriño no oculta la profunda indignación de la plantilla y el propio entrenador con los últimos arbitrajes, que se vienen a unir a otros polémicos a lo largo del curso y a la estadística que indica que a los celestes solo les han pitado dos penaltis a favor en todo el curso (el último en enero y ninguno en la segunda vuelta) y que después de 36 partidos disputados jamás se ha quedado en superioridad numérica. Al contrario, sufrió cuatro expulsiones.

En la primera vuelta dos partidos suscitaron críticas en el celtismo por la actuación arbitral. El primero fue el derbi, en donde Cabral fue expulsado por una doble amarilla. El argentino denunció después que una acción idéntica del deportivista Ze Castro, que ya tenía una amarilla, quedó impune.

La secuencia se repitió poco después en Vallecas, en donde Cabral jugó de mediocentro y vio también dos cartulinas amarillas antes del descanso. La segunda por unas manos que según su testimonio no existen. El Rayo acabó ganando con uno de los seis penaltis pitados en contra. En aquella etapa hay que computar también el gol en fuera de juego de Jordi Alba en el Camp Nou y el penalti no pitado a De Lucas en Almería en la ida de la primera eliminatoria copera.

Las manos volvieron a ser objeto de crítica con la expulsión de Augusto Fernández ante la Real Sociedad en Balaídos ya en la segunda vuelta. Una acción ingenua y discutible dejó a los vigueses, cuando ganaban, 40 minutos con diez. Empataron.

En el último mes la desconfianza de los célticos ha ido en aumento en cada partido. En Mallorca le birlaron dos claros penaltis, un piscinazo dio al Levante la opción de empatar desde los once metros (luego falló Barkero), frente al Atlético de Madrid los goles de Diego Costa y Falcao ofrecen dudas sobre la posición y el domingo en Sevilla a Túñez le anularon un gol a todas luces legal.