Se esperan unos 28.000 espectadores para la «final» frente al Espanyol
29 may 2013 . Actualizado a las 13:07 h.Para lo bueno y para lo malo. El compromiso que la afición celeste ha adoptado esta temporada con el Celta se renovará el próximo sábado en el partido a vida o muerte de los de Abel Resino frente al Espanyol en la última jornada de la Liga. Ayer, tras 48 horas a la venta, las taquillas de Balaídos colgaron el no hay billetes. Dos días han tardado en despacharse todas las entradas disponibles, incluídas las liberadas de las gradas de Gol y Preferencia, habitualmente reducidas a convenios.
El estadio municipal vigués se prepara para el «llenazo» de la temporada en un partido que concluirá con el equipo celeste manteniendo la categoría o descendiendo a Segunda División. Aunque la afición tiene puestas sus esperanzas en la salvación y arengará a su equipo hasta el último suspiro, también estará al pie del cañón en caso de que el Celta se despida de la máxima categoría. Su apoyo incondicional se ha mantenido a lo largo de todo el curso, y el desplazamiento de más de un millar de aficionados a Pucela fue el último ejemplo, a pesar de que en Zorrilla el equipo podría haberse despedido de Primera.
El sábado se espera que se ronden los 28.000 espectadores en Balaídos. A lo largo de la temporada encuentros marcados en rojo, como el choque ante el Real Madrid o el Barcelona, registraron entradas mucho mayores. Se rozaron los 28.000 en el partido de Copa del Rey contra los blancos y en la visita del Barcelona, mientras que en el derbi frente al Deportivo las taquillas se quedaron a las puertas de los 25.000. Ahora, con el Celta jugándose la vida, Balaídos será un hervidero.