
Bermejo encara la último tramo de su recuperación y Samuel quema etapas
05 sep 2013 . Actualizado a las 11:33 h.Mario Bermejo y Samuel Llorca tienen grabado a fuego en su memoria el día en que sus rodillas dijeron basta. El delantero se rompió en mayo durante el partido ante el Atlético de Madrid y el central en el arranque de la pretemporada. Fueron disgustos mayúsculos que ya quedan en el olvido, porque ambos se centran exclusivamente en mirar hacia delante. En contar los días que restan para volver a defender sobre el césped la camiseta celeste. La fatalidad les ha unido en el camino de la recuperación, que recorren a distintos tiempos, pero en el que comparten ánimos y trabajo.
«Creo que volveremos a ser los de antes, igual que Hugo», vaticina Mario Bermejo cuando se le pregunta sobre su recuperación y la de Samuel. El delantero cántabro coincidió con la recta final de la convalecencia de Hugo Mallo y ahora quema etapas con dos meses de ventaja sobre Samuel. «Me gustaría no haber coincidido con ninguno de los dos. Me duele especialmente el caso de Samuel, porque tenía unas ganas tremendas de demostrar que puede trabajar plenamente y se lesionó de nuevo. Pero es un tío duro, muy fuerte y con una condición física que le ayudará a recuperarse más rápido que los demás», pronostica. Su apoyo ha sido importante para su compañero de faena. «El estar día a día con Mario, que va más adelantado que yo, hace que nos vayamos motivando el uno al otro, que vayamos dándonos ánimos», comenta Samuel Llorca.
Todo marcha según lo previsto
Tanto Samuel como Bermejo están quemando etapas según lo previsto. El central encara su octava semana de recuperación y pronto se cumplirán los cuatro meses en el caso del delantero. «De momento todo va bien, en los plazos marcados, dentro de un mes y poco espero empezar a entrenar con el equipo» dice Mario. La rotura de ligamentos ha sido la primera lesión grave de su carrera y ver los toros desde la barrera no encaja con su personalidad. «Yo no lo llevo bien en el sentido de que me gustaría estar trabajando con el equipo, entrenando, corriendo, peleando. Lo ves desde fuera y es una envidia sana porque los demás están aportando su trabajo, y yo no puedo aportar mi esfuerzo en el terreno de juego».
Algo parecido le sucede a Samuel, que ha visto cómo la mala fortuna se cebaba con él encadenando las dos roturas de ligamentos. «A nivel personal ha sido bastante duro, después de la temporada pasada tenía mucha ilusión en este año, llegué muy bien a la pretemporada, pero al segundo día, en un apoyo, la pierna derecha me falló y sucedió lo mismo. Ahora está olvidado, y cuanto antes esté en el terreno de juego, mucho mejor».
Cariño y fuerza
El apoyo de sus compañeros y de la afición y las ganas de volver a su mejor nivel son comunes en las historias de los dos futbolistas, en las que el trabajo es una constante. A los dos les ha tocado cambiar la pretemporada por trabajo intensivo de recuperación con los fisioterapeutas y recuperadores. «A veces los jugadores nos quejamos de las pretemporadas, por correr, el esfuerzo físico y demás, pero cuando lo ves desde el otro lado piensas ?ojalá pudiera estar sufriendo con mis compañeros?», reconoce Bermejo, que confía en comenzar a entrenar con el grupo dentro de poco más de un mes.
Por lo de pronto el cántabro intenta quedarse con todos los detalles posibles del trabajo que realiza Luis Enrique. «Intento fijarme en los pequeños detalles porque tengo muchísimas ganas de volver». La idea de convertirse en el «fichaje» para el ataque celeste le hace sonreír, y proclamar un «¡Ojalá!». Alicientes le sobran. «Quiero volver a demostrar que estoy capacitado plenamente para aportar mi trabajo, mi fútbol al equipo». Un objetivo que comparte Samuel. «Mi reto es, para finales 2013 principios 2014 estar a disposición del míster para poder ayudar al equipo, si es sobre el campo, pues mejor». Mientras, los dos seguirán disfrutando desde la grada. «Este equipo tiene muy buena pinta», sentencian. Y ellos, de fútbol, entienden lo suyo.