El central valora positivamente su nueva etapa en Jerusalén
09 oct 2013 . Actualizado a las 16:13 h.El 15 de septiembre Andrés Túñez aterrizaba en Israel rodeado de aficionados del Beitar que le recibían entre vítores y aplausos. La falta de sitio en el equipo de Luis Enrique le obligaba a cambiar de continente, de cultura y de liga, pero hasta el momento el balance de su aventura futbolística es positivo.
-¿Qué valoración hace de estas primeras semanas en Jerusalén?
-Estoy muy contento, la verdad. Todo el mundo me trata muy bien. Los compañeros son muy buena gente y estoy encantado de estar aquí; ha sido muy fácil adaptarme al equipo. Por ahora todo es positivo y ojalá siga así hasta el final.
-En tres meses meses pasó de ser la pieza fija en la defensa del Celta a tener que buscarse la vida.
-El fútbol es así. Hay que ser conscientes de que un año juegas todo y al otro no le gustas al entrenador y te tienes que ir. Hay que aceptarlo, todo el mundo que está metido en el fútbol sabe lo que es. A mí me tocó vivir la parte fea, pero es lo que tocó y ahora tengo que aprovechar esta oportunidad.
-Luis Enrique le mostró la salida en público. ¿Fue una situación dolorosa?
-Llevo muchos años en el Celta y soy celtista. No es agradable, pero hay que entenderlo. Hay que entender a Luis Enrique, tiene sus funciones y su forma de ver las cosas. Fue claro conmigo, fue sincero, yo tenía que buscar una salida, y gracias a Dios encontré equipo.
-Hasta el último momento se negoció su cesión al Zaragoza, pero finalmente no cuajó. ¿Se ha arrepentido en algún momento de no inclinar más la balanza?
-No, no me arrepentí, para nada. Ahí hay muchas cosas que no son para contar; no pudo ser, y ahí se quedó la cosa.
-Tras frustrase la cesión a los de Paco Herrera, de repente firma por el Beitar, y lo primero que se encuentra es a un montón de aficionados llevándole a hombros por el aeropuerto.
-Fue sorprendente, no me lo esperaba. Así es la gente aquí. Lo vive de diferente forma. Son muy cercanos, te dan abrazos, te dan besos, te sorprende, pero es muy cálido y cuando juegas los partidos se nota muchísimo. La gente te apoya durante los 90 minutos. Me está sorprendiendo mucho, igual que la ciudad.
-A nivel futbolístico, la diferencia tiene que ser sustancial respecto a la Liga.
-Es diferente, está claro. La Liga española es de las mejores del mundo, y eso se nota. Aquí el nivel es un poquito más bajo, pero hay grandísimos jugadores y grandes equipos que también están en competición europea. Por ahora para mí está siendo positivo y es una forma de madurar tanto como persona y como como jugador.
-Está teniendo protagonismo en el equipo.
-Los tres partidos que tuvimos los jugué, y sigo ahí. Estoy jugando y trabajando duro para estar bien y seguir, y para volver el año que viene con mucha fuerza al Celta.
-Una de sus grandes preocupaciones era no perder el carro de la selección venezolana, pero esta convocatoria se ha quedado fuera. ¿Cree que revertirá esta situación pronto?
-Es fútbol. Al final a esta convocatoria van bastantes jugadores nuevos, y hay que entenderlo y seguir trabajando para la siguiente. Es cierto que es el último partido antes de saber si vamos al mundial o no, hay una opción muy pequeña, pero la esperanza es lo último que se pierde. Hablé de nuevo con Farías [seleccionador venezolano], y me dio muchos ánimos. Me dijo que siguiera trabajando, eso es lo que estoy haciendo día a día.
-¿Cómo ve al Celta desde la distancia?
-Me toca seguir los partidos a través de Internet. Contra el Atlético lo pude ver por la tele, y los sigo todo lo que puedo. Se lleva, me gustaría estar ahí, pero... El equipo tiene que seguir mejorando, está trabajando duro, se ve que están con muchas ganas y ojalá le empiecen a salir las cosas porque se lo merecen. Quiero que consigan más que la salvación, hay equipo para ello, y ojalá sea así. A ver si ahora cogen una rachita buena porque para mí tienen un equipazo y ojalá les vaya todo bien.
-Su cesión concluye a final de temporada, y Luis Enrique tiene contrato para dos cursos. ¿Qué cree que puede pasar?
-Pues no lo sé lo que pasará. Si para entonces cambia de idea, pues me quedaré en el Celta, y si no, pues tendré que buscarme destino.