En defensa ha alcanzado su mejor nivel tras un comienzo titubeante
04 nov 2013 . Actualizado a las 11:45 h.Andreu Fontás se ha convertido desde el inicio de la temporada uno de los -pocos- indiscutibles de Luis Enrique. Ha jugado de titular en once de los doce partidos que ha disputado el conjunto (únicamente fue sacrificado en el experimento de Getafe), con la particularidad de que no siempre ha actuado en la misma posición.
El jugador catalán sobresalió en el choque de este sábado ante el Sevilla. Fue el culmen de un crecimiento que se ha venido evidenciando en las últimas semanas y que deja muy atrás unos comienzos dubitativos. Fontás no convenció ejerciendo como central en unas primeras jornadas en las que, con el recuerdo de Túñez todavía muy presente, muchos no entendían la confianza de Luis Enrique en el que el primer fichaje de su etapa en el Celta.
La mejor versión del futbolista apareció cuando cambió su rol en el equipo. La sanción de Borja Oubiña obligó al técnico a rediseñar el equipo y el cambio de estrategia le llevó a adelantarle hasta el medio del campo para dejar su sitio en la defensa a Aurtenetxe. Fue en el partido entre Celta y Villarreal, en el que firmó una gran actuación e incluso sembró dudas sobre si podría suponer competencia para el capitán.
Pero Oubiña volvió a su sitio habitual y, con él, Fontás también recuperó su posición en la zaga, como central izquierdo, acompañado normalmente por David Costas a la derecha. A raíz del cambio táctico de los últimos partidos, con un Oubiña más adelantado -dejando de ser el tercer central en el que a veces se convertía y donde no se le veía cómodo-, el catalán también ha empezado a mostrar otra cara. Ya en Málaga dejó muy buenas sensaciones, y continuó a un buen nivel ante el Barcelona. El sábado, de nuevo acompañado por Cabral como en las dos citas previas, se convirtió en el hombre más destacado del equipo.
Condiciones de la cesión
Andreu Fontás llegó al Celta en calidad de cedido por el Barcelona -en cuyo filial ya había coincidido con Lucho- el pasado 20 de junio. El acuerdo entre ambos clubes establece que la entidad viguesa deberá abonar un millón de euros a la catalana en caso de que el jugador dispute más de 45 minutos en un mínimo de 25 encuentros a lo largo del campeonato liguero. Todo apunta a que este requisito se va a cumplir de largo. Especialmente si continúa en la trayectoria ascendente que ha venido dibujando en los últimos partidos.