Tras pasar por el quirófano el lunes, Cristian Bustos afronta con ánimo su recuperación.
-¿Cómo se encuentra tras su operación?
-Ya mejor, fue una operación sencilla. Estoy ilusionado, mirando para adelante y contando los días para volver a jugar, aunque me esperan entre dos meses y dos meses y medio.
-No quedó más remedio que pasar por el quirófano.
-Desde pretemporada arrastraba molestias en la planta del pie, cerca del talón. Fui aguantando, pero iba a más, y después del partido de Soria tuve que parar porque era inaguantable el dolor. Estuve casi parado un mes con tratamientos conservadores, y cuando volví a entrenar medio fuerte tuve un retroceso casi del mes que había estado. Solo había dos opciones, o parar otro mes con tratamiento conservador u operar y estar el mismo tiempo, pero con la recuperación casi asegurada. Junto con los doctores del Sporting y el Celta, decidimos operar.
-Supongo que se llevó un disgusto, teniendo en cuenta su papel protagonista.
-La temporada empezó muy bien y pude jugar los ocho primeros partidos gozando de la confianza del míster y también con el apoyo de la gente, que me trata genial. El inicio había sido muy bueno, encontrándome muy bien y jugando cada vez mejor, pero surgió la lesión, tuve que parar y aguantar lo que pude, pero ahora ya pensando en volver para ayudar.