El Celta, que refrescará su once, busca la victoria ante un Athletic que saldrá a por todas
07 dic 2013 . Actualizado a las 16:27 h.El Celta se reencontrará esta tarde con Balaídos. Lo hará con el síndrome del Municipal superado y sin la presión de jugarse tres puntos que a final de Liga pueden ser vitales. A cambio, se enfrentará a un rival que ya le hizo hincar la rodilla esta temporada, que llega envalentonado tras sus últimos resultados, y que es todo un especialista en la Copa del Rey. Pros y contras para un duelo que los célticos enfocan sin más exigencia que la estrictamente necesaria, puesto que no es su batalla. La prioridad es la Liga y Luis Enrique no quiere que eso se olvide, ni que sus jugadores se despisten. Eso sí, no perdonará que la competitividad se rebaje ni un ápice.
La visita de los de Ernesto Valverde siembra de dudas el once céltico. Y es que el partido de esta tarde, más allá de la propia eliminatoria de Copa, será una reválida para algunos futbolistas. Se cuentan los días que restan para que se abra el mercado de invierno, y el Celta ya anunció su intención de aligerar la plantilla. Las presencias y ausencias en la lista de convocados y sobre el terreno de juego pueden ser indicativas de hacia dónde puede dirigirse el futuro de jugadores como Jonathan Vila, Carlos Bellvís, Madinda o David Rodríguez, que hasta el momento han contado poco o nada en los planes del entrenador.
Aunque Luis Enrique mantiene en la Copa el manto de secretismo que le caracteriza en la Liga, sí ha dejado caer que hará algunas rotaciones, aunque no se muestra partidario de dar un vuelco al equipo a pesar de que la enfermería no le ayuda. Augusto Fernández está descartado, puesto que no ha entrenado con el grupo en toda la semana, y Andreu Fontás se perfila como firme candidato a ver el partido desde el palco. Sufre una elongación y lo natural es que el entrenador le reserve para la próxima semana. La baja del catalán incrementa las dudas respecto a qué sucederá con el centro del campo celeste, puesto que el jugador podría haber dado descanso a Oubiña. Ayer, por si acaso, Javi Rey entrenó con el equipo.
El especialista en Copas
Veintitrés Copas del Rey avalan la carta de presentación del Athletic Club, un equipo que, más allá de luchar por firmar una temporada lo más dulce posible en la Liga, siempre tiene la mirada puesta en la competición copera. El propio Valverde reconocía hace unas semanas que el torneo que más ilusión le hacía era la Copa, y estos días ha dejado claro que, si bien introducirá algunas modificaciones en el once, no revolucionará el equipo. Quiere superar la eliminatoria.
Los de Valverde van a por todas en la competición, y por si eso no fuera suficiente, llegan al partido instalados por primera vez en la última década en puestos de Liga de Campeones. Los triunfos consecutivos sobre Levante, Málaga y Barcelona demuestran su estado de forma, y su entrenador espera que esos resultados les refuercen anímicamente, pero no les descentren. Beñat, que ha estado en la banqueta en los últimos compromisos, podría reencontrarse con la titularidad en un partido que se perderá Laporte.
Con dos idearios futbolísticos similares, la ida de los dieciseisavos puede convertirse en un examen a dos equipos que comparten gustos, pero cuyo rendimiento está siendo opuestos. Luis Enrique no quiere que el Celta renuncie a su identidad, pero sabe que la presión de los leones y su intensidad de le convierten en un hueso duro de roer. En la puesta de largo del Nuevo San Mamés los célticos ya fueron víctima de una remontada. Ahora quieren devolverle la moneda.
El partido será una reválida para los jugadores celestes que menos minutos están disfrutando