Reencuentro feliz con el fútbol

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El Celta recupera su mejor versión ante un rival muy incómodo

08 dic 2013 . Actualizado a las 18:09 h.

Los mejores minutos del Celta llegaron el día menos esperado. Ante el Athletic Club los de Luis Enrique se reencontraron con la intensidad, con el buen fútbol y con la garra que se había echado en falta en otras citas. Sobre todo, teniendo en cuenta que esta vez la exigencia subía enteros.

Los protagonistas

Pocos cambios

Más allá de Sergio, pocas novedades registró el Celta. Luis Enrique apostó por Santi Mina en la banda derecha y concedió a Jonny el lateral zurdo, pero ambos canteranos ya habían ejercido en Liga en dichas demarcaciones. El entrenador prefirió dar al veterano Krohn-Dehli el pivote en detrimento de un Madinda que salió en el segundo tiempo. La Copa, que se suponía una oportunidad para los menos jugones, no fue más que la confirmación de que Luis Enrique no cuenta con Vila -entró por la lesión de Costas-, Bellvís ni David Rodríguez.

Cambio de actitud

Un arranque efervescente

El ideario que Luis Enrique y Valverde proponen sigue las mismas directrices, por eso la búsqueda del balón y el juego combinativo presidieron un partido que registró un arranque efervescente. El Athletic, fiel a sus principios, se mostró hiperactivo en los compases iniciales, presionando hasta el límite a un Celta que tenía muy claro que quería alejar lo máximo posible a los bilbaínos de la meta defendida por Sergio. Cada vez que los locales disponían del balón, los leones se abalanzaban sobre la presa, pero esta vez, con la lección aprendida, los célticos hicieron suya la bandera del juego práctico. Salvo excepciones, buscaban la salida más sencilla.

La defensa

Alejarse de los líos

Frenar a un rival como el Athletic, que en los últimos metros se revoluciona y genera mucho peligro, no es fácil, aunque ayer la defensa céltica cuajó una actuación digna, aunque trufada por algún que otro sobresalto que enmendó un gran Sergio. Los vigueses, por momentos a trompicones, fueron capaces de achicar balones con un centro de la defensa que gana intensidad con Cabral, y en la que Costas buscó sobre todo practicidad. Hugo Mallo se convirtió en la horma del zapato de Muniain, mientras que Jonny, frenó con éxito las embestidas vascas, tendentes a jugar con cambios de orientación para pillar descolocada a la zaga céltica.

El ataque

Jonny y Mina, nombres propios

Jonny se convirtió en la mejor noticia ofensiva del Celta en el primer acto. Destapó su faceta más ambiciosa y se mostró en ataque para trabajo de un Athletic al que le sacó varios centros medidos que se quedaron sin remate exitoso. La falta de pegada, eso sí, fue la nota que puso incertidumbre al partido, ya que tras marrar ocasiones muy claras, Santi Mina celebró al fin su cumpleaños con el 1-0. Fue su segundo gol con el primer equipo, y su segundo gol a Herrerín. El Celta sigue muy vivo en la Copa, y en los 90 minutos que quedan, puede pasar cualquier cosa.