El celtismo no baja la guardia

míriam vázquez fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La afición celebra los dos triunfos seguidos, pero recuerda que «queda mucho»

06 feb 2014 . Actualizado a las 19:41 h.

Con el equipo situado cinco puntos sobre el descenso y tras haber firmado dos victorias consecutivas por primera vez este curso, la afición del Celta vive un momento de calma. Una tranquilidad que no confunden ni con la euforia ni con el exceso de confianza, pues los representantes de las peñas consultados por La Voz ponen el acento en que «queda mucho y todavía no se ha conseguido nada».

«La situación es ilusionante porque no estamos acostumbrados a vernos ahí, pero puede pasar de todo», señala Víctor Rodríguez, de Arribada Celeste. Es una idea que repiten todos, como también coinciden, no obstante, en que el equipo muestra signos de haber encaminado sus pasos en la dirección correcta. «Por fin parece que estamos en la buena línea y que han encontrado eso que buscaban y que no llegaba, que el trabajo da su fruto», comenta Irene Rial, de la Peña Afouteza.

Bele Dios, de Carcamáns, ve ahora «a un conxunto que sabe ao que xoga». Destaca, además, cómo el crecimiento de Rafinha se ha reflejado en el conjunto, algo que refrenda Fernando Lago, de Beretes Celestes, de Chapela: «La diferencia la han marcado la mejora del rendimiento de jugadores como Rafinha o Charles, y también que Luis Enrique va acertando por fin en poner a cada uno en su sitio».

Un once menos cambiante

La evolución del técnico recibe el visto bueno de la afición, que atribuye a la modificación en sus planteamientos parte del cambio de rumbo del equipo. «Va rectificando algunas decisiones y eso es un punto a su favor», opina Brais Alonso, de Milladoiro. Para Marta Saiz, de Lechuzas Celestes (una de las últimas incorporaciones a la nómina de peñas célticas), «poco a poco fue confeccionando su equipo y confiando en los mismos jugadores de manera continuada». Ella opina que el asturiano llegó a realizar «demasiadas rotaciones sin sentido». Otros ven en la alternancia algo positivo: «Haciendo un día una cosa y otro, otra, también mantiene vivo al equipo y evita que buena parte de los jugadores se echen a dormir», valora José Carlos Rodríguez, de la Peña Celtista Baixo Miño.

Algunos, como Bele Dios, celebran que «recoñecese que se equivocara con Orellana». Otros recuerdan que «Túñez era un moi válido para unha demarcación na que segue sen ter xogadores fixos», en palabras de Miguel Barja, de Merlegos Celestes.

La defensa preocupa a la hinchada, como expone Javier López, de Norte Celeste: «No sé si es porque no encontró a su cuarteto ideal, pero se le ve dubitativo ahí. Del centro del campo para arriba, hay un buen equipo». Su compañero de Milladoiro piensa que esta ausencia de una zaga consolidada «puede denotar inseguridad».

La afición como protagonista

El celtismo sabe que ahora esperan dos rivales complicados y que, igual que se ha dado una racha buena, puede llegar otra negativa. «Hay cierto colchón, pero tenemos que seguir animando en las duras y maduras», pide Rodríguez. Como Rial, para quien «estos resultados motivan para apoyar como hasta ahora».

Eso hará Carcamáns, que mantiene sus dos autobuses para el lunes: «A nós, que imos ao mar, prexudícannos moito estes horarios. Pero alí estaremos». Hacerse fuertes en casa, dicen, será básico, y ahí quieren asumir un papel protagonista.