Un pura sangre en un campo de fútbol

Luis César DESDE EL BANQUILLO

GRADA DE RÍO

15 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Mario Bermejo contagia energía, entusiasmo y agresividad, es un pura sangre en un campo del fútbol. Es un jugador que contagia y que además es un referente. Porque hay futbolistas veteranos que no consiguen ser referentes nunca y otros, como es este caso, que son un espejo tanto en los entrenamientos como en los encuentros.

Además, estamos hablando de un futbolista reflexivo, una persona que conoce el oficio y que sabe lo que está bien y mal hecho y todo esto lo aplica en su día a día, como lo demuestra que después de una lesión tan grave esté de nuevo prestando sus servicios con réditos.

Y desde luego que no es fácil después de una lesión tan grave recuperarse al 100 %, porque en este tipo de lesiones, aunque en un principio se habla de siete meses de recuperación, al menos tiene que pasar un año para que los futbolistas vuelvan a ser lo que eran, si consiguen recuperarse, pero los profesionales, como Mario, tienen eso, que son capaces de recuperarse a pesar de los años cumplidos y volver a un buen nivel.

Además, y como buen conocedor que soy de Mario, considero que todavía tiene recorrido por delante en el mundo del fútbol, porque sé de su virtudes y de sus pequeños defectos, y Bermejo es un gladiador, ese tipo de jugador que tiene corazón y que puede seguir para adelante.

Su participación y su contribución es una buena noticia para un Celta que está haciendo una gran temporada en líneas generales, con un buen juego y ahora le queda cerrar la salvación, que tiene encarrilada pero no puede fiarse por el momento. El principio de prudencia es fundamental en el mundo del fútbol.

Luis César Sampedro fue entrenador de Bermejo en el Racing de Ferrol y Poli Ejido