Nolito, Bermejo y Cabral saben lo que es fusilar la portería blanca
10 may 2014 . Actualizado a las 19:21 h.«Recuerdo bien aquel gol, con mucha alegría, una sonrisa en la cara. Fue una felicidad muy grande para mí. Todo el Bernabéu se quedó callado con aquel gol». El que habla es Gustavo Cabral, uno de los pocos jugadores del Celta que sabe hasta qué punto se dispara la adrenalina cuando se fusila la portería del Real Madrid. El argentino, en calidad de central, no acostumbra a celebrar muchos tantos, quizá por eso cuando lo hace, lo festeja al máximo. Y si el rival es el equipo blanco, la jugada se fija en la memoria.
Cabral celebró su gol en el santuario blanco hace dos años cuando vestía la camiseta del Levante. En una jugada a balón parado entró con todo y cabeceó al fondo de la portería que defendía Iker Casillas. Corría el minuto cuatro. Fue el arranque ideal, aunque la realidad acabó sepultando a los valencianos por 4-2. La única pega que el argentino pone al partido.
Más valor tuvo hace casi ocho años el gol que un imberbe Nolito marcó a los blancos en Écija. Fue el 26 de octubre de 2006 cuando el Real Madrid de Beckam, Robinho y Ronaldo se dio de bruces con un empate ante en Copa ante un rival de Segunda B. Un sanluqueño que todavía no había cumplido los veinte años y que a pesar de ser atacante no estaba teniendo mucha suerte de cara al gol -solo marcó dos en todo el curso- remató un centro que había puesto su compañero Torres para empatar el partido en el minuto 81. La incredulidad de los Capello fue máxima, y la alegría de Nolito y los suyos estaba al mismo nivel. «Tuve la suerte de meter un gol al Madrid, en Ecija en la Copa del Rey, y es un bonito. Recuerdo que me quedó para mi. Estoy contento por ese gol», rememoraba ayer el hoy pichichi del Celta.
Este domingo el gaditano, en un momento sublime en cuanto a gol, se volverá a ver las caras con el portero de Paradela para intentar despedirse de Balaídos con un tanto y festejar el que sería el décimo quinto de la temporada, la cifra que se había marcado a principios de temporada.
Y la misma felicidad que Nolito y Cabral sintieron ante los blancos la experimentó Mario Bermejo. El delantero es el último jugador de la actual plantilla del Celta que ha saboreado las mieles de marcar al Real Madrid. Fue en un partido de Copa, y en su caso con la camiseta del Celta. El doce de diciembre de 2012, en el partido de ida ante los de Jose Mourinho, el cántabro encaraba la portería defendida por Adán para adelantar a los celestes 1-0, más tarde Bustos (cedido en el Sporting) hizo el gol de su vida y Cristiano acortó distancias a última hora.
La fórmula del gol
Bermejo finalizando una contra, Nolito respondiendo a un centro perfecto o Cabral de cabeza. Tres goles, y tres situaciones, para un mismo resultado. Para marcarle al Real Madrid no hay trucos, aunque sí algunas guías, como recuerda Gustavo Cabral. «Hay que ir convencidos de que podemos marcar, ir siempre con contundencia. Obviamente cada uno depende de sus virtudes, y en mi caso personal mis opciones siempre serán a balón parado. Pero sobre todo tenemos que tener fe», sostiene el argentino. Una fe que a buen seguro Luis Enrique, un técnico que con la camiseta blaugrana, intentará inculcar a los suyos. Al fin y al cabo, también sabe lo que es celebrar un gol a los blancos.