El Celta recuperará su once tipo del inicio de Liga para intentar ampliar distancias con el Villarreal
05 oct 2014 . Actualizado a las 09:38 h.El Celta se reencuentra con el fútbol de domingo y con la exigencia. Superada con nota la intensa semana que comenzó en el Calderón y finalizó en Elche, a los de Eduardo Berizzo les toca ahora verse las caras (Balaídos, 17 horas) con un rival que presume de fútbol y de moverse por Europa, el Villarreal. Será un duelo entre dos equipos que profesan el amor por el juego ofensivo y que no están dispuestos a renunciar a la pelota, su brújula particular.
Los cuatro puntos de ventaja con los que parte el Celta respecto al equipo de Marcelino garantizan a los de Berizzo dormir esta semana en puestos europeos pase lo que pase, pero los célticos son conscientes de que el choque de esta tarde también puede dar pistas respecto a sus futuras aspiraciones y saldrán a por todas. El discurso de la permanencia sigue plenamente vigente en Vigo, pero el técnico argentino avisa: no se va a escatimar en ambición.
Tras las rotaciones introducidas en Elche, Berizzo -que ayer descartó a David Costas y a Borja Fernández- regresará hoy a su once más reconocible. Las molestias de Orellana y Krohn-Dehli se han quedado en anécdota, y los dos internacionales formarán en el once de gala vigués, en el que presumiblemente estará de nuevo Hugo Mallo. El de Marín ya está a pleno rendimiento y puede regresar al equipo titular, de la misma manera que Carles Planas, Álex López, Larrivey y Krohn-Dehli. La titularidad de Cabral y Fontás está fuera de duda, Nolito atraviesa un momento espectacular, y Sergio se ha adueñado de la portería. Pablo Hernández, que salió de cara en Elche, se presenta como candidato para ocupar una plaza que esta tarde parece recaerá en manos de Álex López, dado que el propio Berizzo reconoce que el internacional todavía no ha tomado el pulso a la exigencia de la liga.
La vuelta de los habituales al once estará refrendada además por el retorno al fútbol de presión e intensidad que propuso sobre todo el equipo en el arranque del campeonato. El banquillo cree que pararle los pies al Villarreal pasa inexcusablemente por tener la pelota, y para controlarla, el Celta deberá derrochar el juego vigoroso que tanto le gusta.
Si al reto en sí mismo que supone enfrentarse al Villarreal se le añade además la posibilidad de alcanzar invictos la octava jornada de Liga, el panorama se convierte todavía en más ilusionante para los vigueses.
El mejor partido
La ambición con la que el Celta encarará el duelo tiene su fiel reflejo en la del Villarreal. El equipo de Marcelino García Toral quiere recortar distancias con los célticos, y eso pasa por una victoria. El jueves, en partido de la Europa League, se paseó 4-0 frente al Apollon Limassol, y solo la lesión de Rukavina ensombreció la jornada. El defensa es la última baja de una lista de zagueros lesionados que incluye a Jaume Costa, a Bojan Jokic y a Musaccio, y que ha obligado a Marcelino a incluir de nuevo en la lista al canterano Adrián Marín para el lateral zurdo. Lo que parece que se mantendrá en Balaídos es la política de rotaciones del técnico, con Trigeros, Cheryschev, Uche y Gio, habituales en Liga, como candidatos al once.