John Guidetti: «Creo que voy a aportar al Celta y que el Celta me va a aportar a mí»

John Guidetti (Estocolmo, 1992) tuvo claro que el Celta iba a ser su próximo destino en cuanto surgió la opción. En Vigo espera sumar éxitos, convencido de que el club y él pueden aportarse cosas muy positivas el uno al otro. Optimista por naturaleza, ha vivido de todo un poco pese a su juventud, pero no reniega de lo malo porque defiende que «eso de que lo que no te mata te hace más fuerte no es un tópico».

-¿Cómo se está sintiendo en estas primeras semanas?

-Muy bien. Tanto los jugadores como el cuerpo técnico y el resto de la gente del club me están dando un trato fantástico. Me falta avanzar en aspectos como la lengua o el estilo de juego, pero eso te lo da el tiempo. He jugado bien, he marcado y creo que todo va por el camino correcto.

-Dos goles en dos partidos. ¿Satisfecho?

-Por supuesto. Disfruto marcando, es lo que quiero hacer. Pero lo más importante es jugar bien y que los goles lleguen, ya seas tú quien los anote o no. Me siento más satisfecho con mi actuación que con haber marcado y quiero seguir progresando. Estaba seguro de que las cosas irían bien y de momento van incluso mejor de lo que había previsto.

-¿Qué sabía del Celta antes de que surgiera la opción de fichar?

-Que era un buen equipo, que había ganado a clubes importantes el año pasado y que se caracteriza por su gran fútbol. Y conocía a algunos jugadores. Creo que fue una buena noticia para mí que se presentara la ocasión de venir al Celta, pues pienso que va a ser bueno para las dos partes: yo le voy a poder dar cosas positivas al club y él me las va a dar a mí.

-Por lo que dice, no debió de ser difícil tomar la decisión.

-No lo fue. Cuando supe que estaban interesados, me resultó fácil dar el paso. Considero que es bueno para mi desarrollo y que puedo encajar en el estilo de juego del equipo. Tengo muchas ganas de formar parte de lo que ocurra aquí a partir de ahora.

-¿Cómo se define como futbolista?

-La gente es la que me tiene que definir. Intentaré trabajar duro y dar el 100 % siempre, aunque luego tendré partidos buenos y malos, como todos. Me gustaría que la imagen que tenga de mí la afición sea la de alguien que lo da todo independientemente del día o del rival. Hoy juego para el Celta, pero la carrera y los jugadores pasan, mientras que un celtista siempre lo será. Él va a verte luchar por su equipo y eso es lo que haré.

-Hay quien ya le ve como nuevo ídolo de la afición. ¿Qué le parece?

-Hay muy buenos futbolistas aquí y lo primero es integrarme cuanto antes. Pero adoro a los aficionados, creo que sin ellos este deporte no es nada y ni siquiera existiría a nivel profesional. Lo ves cuando juegas en un estadio lleno y lo comparas con cuando lo haces en uno vacío. Son la parte más importante del fútbol y es magnífico marcar y poder celebrarlo y vivirlo junto a ellos.

-¿Qué tal se está entendiendo con Berizzo?

-Por lo que he podido ver, es un gran entrenador y una gran persona y, aunque llevo poco tiempo trabajando con él, siento que ya me ha servido en mi desarrollo como parte del equipo. Espero que me siga ayudando y haciendo este magnífico trabajo con nosotros. De cada técnico siempre vas a aprender cosas que te van a hacer ser mejor y yo estoy aquí para eso, para crecer e incorporar lo que me pueda enseñar cada persona del club.

-¿Puede comunicarse ya con todos sus compañeros?

-Sí, me entiendo con todos porque hablamos el lenguaje del fútbol. No hay problemas, derecha o izquierda con la mano ya se comprende y el resto con un poco más de tiempo lo conseguiremos seguro.

-¿Cuál cree que debe ser el objetivo de la temporada?

-Lo mejor es centrarnos en el partido que viene, ahora en el del viernes y luego ya en el Levante. Si lo planteamos así, creo que tenemos equipo suficiente para ganar a cualquiera. Perderemos algunos, pero que sea saliendo siempre a ganarlos, debemos ir con esa mentalidad.

«Mi experiencia en Kenia me enseñó a ser feliz con lo que tengo»

Los cinco años que vivió y jugó en Kenia han marcado la vida de Guidetti, «como todas las cosas buenas y malas que te van sucediendo». Esas vivencias incluyen también etapas en su Suecia natal, Kenia, Escocia, Inglaterra y Holanda que le han enseñado idiomas -«el próximo será el español; voy despacio pero ''muy bien, gracias''», chapurrea a modo de demostración-, entre otras muchas cosas. Dice haber aprendido de absolutamente todas y señala hacia el afán de superación como secreto para el éxito.

-¿Cómo recuerda sus inicios como futbolista siendo niño?

-Empecé en el Brommapojkarna cuando era muy joven. Jugaba en un campo hecho con gravilla. Luego estuve en África cinco años, regresé a Suecia y después ya a otras ciudades. Recuerdo cada día jugar cinco, seis, siete horas, y mi madre diciéndome «venga, entra, que tienes que comer». Al acabar volvía a jugar porque era con lo que disfrutaba y disfruto.

-¿De qué manera le marcó la experiencia vivida en Kenia?

-Todo lo que te va ocurriendo influye en la forma que tienes de ser como persona. Estoy muy agradecido por el tiempo que pasé en África, me ayudó a ver muchos aspectos de la vida de una manera diferente. Fui consciente de que hay cosas que en el primer mundo están garantizadas y allí no, como una cama donde dormir o la comida diaria. Eso me ayudó a ser agradecido con lo que tengo y a estar feliz con ello.

-¿Cuáles señalaría como el mejor y el peor momento de su carrera hasta la fecha?

-Tengo varios muy buenos. Ganar algo con tu país, en mi caso el Europeo sub-21, es algo increíble, y luego ver a 25 o 30.000 personas esperando por nosotros en el regreso va a ser inolvidable. También marcar tres goles contra el Ajax, que para nosotros era como un partido del Celta contra el Deportivo. Lo peor fue mi lesión, pero están relacionados. Había quien pensaba que mi carrera terminaría ahí y a base de seguir creyendo salí adelante y luego llegó un gran año. Nunca debes pensar que algo es imposible, porque las barreras están en tu cabeza y trabajando duro puedes superarlas.

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