De cuestionado a incuestionable

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

MIGUEL RIOPA

Hernández, disponible tras su sanción, ha revertido su rol en el Celta

11 dic 2015 . Actualizado a las 13:19 h.

La visita del Espanyol a Balaídos está a la vuelta de la esquina y una de las novedades en el once de Eduardo Berizzo respecto al compromiso frente al Betis se espera que sea Pablo Hernández. El chileno regresará a la titularidad tras cumplir su sanción, y lo hará con la bendición de los aficionados. En un puñado de jornadas el internacional con Chile ha pasado de estar bajo los pitidos de parte de Balaídos, a ser un futbolista de consenso. Un jugador importante.

¿Cuál es la situación actual de Hernández en el equipo?

Pablo Hernández ha probado las hieles y las miles del celtismo. Hace tres meses, frente al Las Palmas, el internacional chileno se convirtió en el foco de las críticas de un sector de la afición que no dudó en pitarle al entender que su rendimiento no era bueno. Once jornadas después, el argentino vive el escenario contrario. Se ha ganado el respeto mayoritario a base de partidos notables, de no escatimar en esfuerzo y de poner ganas. El sambenito de tener carta blanca por haber llegado de la mano de Berizzo ha pasado a la historia y el centrocampista parece indiscutible en el equipo.

¿Qué es lo que ha cambiado en este tiempo?

Adaptarse al fútbol español, a sus ritmos, a sus necesidades y a la intensidad intrínseca al juego que promulga el Celta. Ese ha sido el gran paso adelante de Hernández en los últimos meses. El jugador al que muchos tildaban de indolente sobre el césped ha dado paso a un futbolista con carácter, que promedia tres faltas por partido cometidas y casi otras tantas recibidas, y que en el apartado disciplinario ha completado un ciclo de amarillas. En momentos clave, como en el partido frente a la Real Sociedad, presumió de garra para marcar el gol del triunfo celeste.

¿Qué aporta el internacional con Chile al Celta?

Berizzo es el entrenador que mejor conoce a Pablo Hernández. Sabe de sus capacidades y dónde puede cumplir. Por eso el Toto no ha dudado en echar mano del centrocampista en varias demarcaciones. Ha cumplido como enganche cuando Orellana ha jugado caído a la banda, pero también ha demostrado que junto a Augusto Fernández en el doble pivote es una opción muy válida, dado que viendo el fútbol de cara se siente especialmente cómodo. Su buena salida de balón y su presencia en el juego aéreo constan en el currículo del jugador, que se ha empapado del fútbol de memoria que intenta proponer el Celta.

¿Qué caracteriza su juego en las últimas jornadas?

Pablo Hernández ha ganado en fútbol y confianza de un tiempo a esta parte. Desde el partido frente al Las Palmas, el internacional ha marcado un gol -el de la victoria ante la Real Sociedad-, ha creado cinco ocasiones, tiene un 80 % de acierto en el pase y promedia cuatro aportaciones defensivas por encuentro. Pero más allá de las cifras asépticas, ha constatado sobre el césped que ha asimilado la idea de juego del equipo. Sus constantes permutas con Wass en el centro del campo, pases determinantes a los hombres de ataque y un trabajo defensivo destacable son algunas de las virtudes que han llevado al Tucu a ganarse la confianza del cuerpo técnico y de la afición. Eso sí, a la hora de ver portería le cuesta más. De los trece disparos que ha intentado, tan solo tres se han encaminado hacia la meta y solo uno se ha convertido en gol.

¿El duelo con el Espanyol será otro reto para el jugador?

Trece partidos lleva Hernández en las piernas esta Liga, y todo apunta a que con el de mañana serán catorce. Su polivalencia permitirá a Berizzo situarle en el doble pivote formando pareja con Augusto Fernández, dejando a Fabián Orellana el puesto de enganche. Aportar en la labor defensiva y generar fútbol serán los retos de un hombre que hoy parece incuestionable.