Los aplausos al excapitán fueron minoritarios en su regreso a Balaídos como rival del Celta
11 ene 2016 . Actualizado a las 10:49 h.Pocos días después de despedirse de Balaídos vestido de celeste, Augusto Fernández regresó defendiendo la camiseta del Atlético de Madrid. Y la banda sonora de su bienvenida fue bien distinta a la que amenizó su marcha. El argentino recibió una sonora pitada cuando, tras el calentamiento, encaró el túnel de vestuarios. Y algo similar sucedió cada vez que tocaba el balón.
Cuando Simeone optó por retirarlo del terreno de juego, el futbolista, que no celebró con sus compañeros los goles por respeto al club en el que militó durante las tres temporadas anteriores, también fue silbado por los aficionados.
Más allá de las recriminaciones en forma de pitos, Augusto también tuvo que escuchar en su paso por Balaídos cómo algunos aficionados le gritaban «¡Besa el escudo! ¡Augusto, besa el escudo!». Otra fórmula más de trasladarle el enfado existente por su marcha. Igual que el clásico «pesetero».