El equipo ha matizado su propuesta futbolística en el tercer año de Berizzo al frente del vestuario
09 nov 2016 . Actualizado a las 11:41 h.El fútbol primoroso, casi dictatorial con el balón, del Celta de los dos primeros años de Eduardo Berizzo ha dado un giro hacia un nuevo discurso. Uno en el que el equipo, aunque mantiene su identidad, amplía sus registros. El Celta que presenta batalla en la Liga y la Europa League llega antes a portería, es más letal frente al arco contrario y aprovecha especialmente el contragolpe. Pequeñas diferencias que dibujan a un equipo nuevo y que Patxi Salinas, José Luis Mosquera y Antonio Gómez analizan.
Patxi Salinas
En busca del equipo ideal. «El fútbol del Celta antes se basaba mucho en la posesión total del partido, con extremos muy abiertos como eran Nolito y Orellana, y un delantero centro puro y duro; ahora parece que se juega más con mediapunta, como si fuese un 4-2-3-1 más. A lo mejor no tiene tanto el balón y juega mucho más directo, pero también quizás es por la baja de Orellana, y el adiós de Nolito. El sistema es muy similar, con algún pequeño matiz, pero en partidos puntuales tenemos menos pelota que antes», analiza Patxi Salinas del nuevo Celta.
Para el exfutbolista y entrenador del Rápido de Bouzas el equipo sigue siendo plenamente reconocible, pero considera que Berizzo todavía no ha acabado de encontrar lo que quiere de su grupo. «Creo que todavía está buscando el equipo ideal, haciendo pruebas en alguna posición, como con Pione, o Bongonda, a ver si acaban de explotar, o con Jonny y Roncaglia en la izquierda. El míster está haciendo pruebas como en su día metió a Augusto en el medio campo y acertó. Además, la baja de Orellana también está haciendo mucho daño», apunta el entrenador líder de Tercera.
Para Patxi Salinas el Celta, por la clase de futbolistas que tiene, está perfectamente capacitado para salir al contragolpe. «Estando agrupado y saliendo a la contra te puede matar el partido porque tiene jugadores para ello».
Mosquera
La clave está en la velocidad. José Luis Mosquera ve continuidad y cambios en este Celta. «Creo que hay algo idéntico en el equipo, la intensidad tanto defensiva como ofensiva. El Celta quiere recuperar rápido el balón en el sitio más cercano y es un equipo que es difícil verlo replegar, verlo contemporizar, y a nivel ofensivo es un equipo que busca profundidad. Eso es igual, pero a veces los jugadores son distintos, y ahí entran los ritmos».
Para el entrenador el principal matiz del nuevo Celta está en la velocidad con la que alcanza la meta rival. «El modelo sigue siendo el mismo, pero recorta los tiempos, llega antes a portería contraria y trata de recuperar lo antes posible. Alcanza antes a la meta rival no solo en los contraataques, sino también en el fútbol organizado. Contra el Valencia se vio al Celta más vertical de los últimos años. En anteriores temporadas a lo mejor estaban en campo contrario más tiempo con el balón pero llegaban menos».
Y son los futbolistas los que se esconden tras ese cambio en el Celta. «Se debe a los jugadores que tienes, no hay otra clave. Por ejemplo, el Barcelona de Guardiola jugaba con los hombres del medio campo porque tenía a Xavi e Iniesta, ahora los mejores son los tres de arriba y necesita que el balón les llegue rápido. Al Celta le pasa lo mismo, cambia por el tipo de jugadores. Ahora no cuenta con Orellana, que es un futbolista que te da mucho balón, por lo que matiza su fútbol», destaca Mosquera.
Antonio Gómez
Un equipo sin cambios. Antonio Gómez considera que el tercer proyecto de Berizzo al frente del Celta no se diferencia de los anteriores. «No creo que este sea un Celta diferente. Lo que pasa es que los rivales también conocen al equipo y evidentemente no le permiten hacer su juego de posesión con tanta facilidad. Los contrarios le complican más el abrir espacios».
El técnico coincide con Salinas y Mosquera en que los nombres propios de los que se dispone también tiene trascendencia en la propuesta. «Influye que tienen unas características distintas. Jugadores como Nolito u Orellana, que no ha jugado mucho este año, son futbolistas que ofrecen las dos vertientes: el ayudar al equipo a que pueda combinar mucho más, y también el ayudar a romper y jugar un fútbol más rápido», razona Gómez.
Para el técnico lo que sí ha cambiado en el Celta, pero por la exigencia que impone el estar en varias competiciones, es cómo ha afrontado la temporada el equipo. «Antes empezaba muy fuerte y ahora lo ha llevado con más calma».