El ataque centra la atención

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Rossi, Pione Sisto y Lemos formaron la línea de vanguardia de un Celta en el que querían reivindicarse

13 ene 2017 . Actualizado a las 11:47 h.

Con la eliminatoria casi finiquitada, probablemente la parte más interesante del enfrentamiento entre el Celta y el Valencia era ver en acción a la línea de ataque que imaginó Eduardo Berizzo. Mientras del centro campo hacia atrás el equipo era bastante reconocible, el Toto apostó por atacantes habitualmente instalados en un segundo plano para buscar la portería de Domenech. Con Rossi en punta, Lemos y Pione en los costados y Señé de enganche, el Celta presentaba una imagen renovada pero que cumplió ante el incendiado Valencia.

De los futbolistas que estaban bajo la lupa posiblemente Rossi fuese el mejor parado. Su gol y una jugada que a punto estuvo de serlo en la que dejó atrás a tres defensores recordaron a la mejor versión del italoamericano. El que hacía virguerías luciendo el amarillo del Villarreal y asombraba en un metro del césped.

Aunque la conexión entre la línea de vanguardia céltica e incluso con el centro del campo no era óptima, entre otras cosas porque les faltan kilómetros juntos, el atacante sí supo encontrar en Radoja el socio perfecto para, con un derechazo potente y colocado, abrir la lata. Para un futbolista cuyo objetivo al firmar por el Celta era reencontrarse con los minutos y recuperar la confianza que le habían robado las lesiones, partidos como el de ayer pueden ser un empujón. Y quién sabe si un argumento para continuar luchando por un hueco en el once en vez de cambiar de aires.

El otro nombre propio del choque fue el de Pione Sisto, un jugador que ha ido perdiendo comba en los últimos tiempos pero que ayer, con un gol de los que arrancan aplausos propios y ajenos, volvió a ser feliz. El danés se hizo con el costado zurdo y se afanó a la hora de buscar desbordes. Quizás le costaba más resolver las jugadas aunque tuvo un disparo claro que se le marchó cerca del palo. Fue de menos a más y su golazo fue el premio al tesón. A su intento de reivindicarse y demostrar que su calidad también puede trasladarse al marcador.

Y puede que menos brillante, pero sí batalladora, fue la imagen que dejó Álvaro Lemos desde el costado diestro de la ofensiva. Para él, que apenas ha tenido oportunidades esta temporada, el partido estaba cargado de responsabilidad. Necesitaba demostrarse y demostrarle al Toto que el trabajo diario cuaja en su fútbol y que puede echar una mano al equipo. Salió mentalizado al partido, peleando los balones y poniendo interés. Dejó algunas buenas jugadas, despejó algún balón en defensa y trabajó. Lo que se le podía reclamar a un futbolista que necesita quemar muchos kilómetros todavía para estar al nivel de un Celta que va a otra velocidad.

También Señé, que ayer hizo las veces de enganche, necesita apurar el paso para no desengancharse de un equipo cuya delantera titular juega en otra división. Hacerse con una plaza en el ataque céltico no está al alcance de cualquiera.