Patxi Salinas, Javier Maté y Moncho Carnero analizan las opciones del club vigués en cuartos
18 ene 2017 . Actualizado a las 18:12 h.Sobre el papel las bases para que el Celta encarrile esta noche en el Bernabéu la eliminatoria de Copa frente al Real Madrid están claras: ver portería y recordar que después de los 90 minutos de hoy quedan otros 90 en Balaídos. En estas dos ideas inciden los entrenadores con pasado celeste consultados por La Voz, Patxi Salinas, Moncho Carnero y Javier Maté. Los tres abogan por desterrar la palabra «imposible» del vocabulario celeste de cara a este cruce, pero ninguno se atreve a dejar de lado el «complicado» para referirse al reto.
Precedentes
Tomando nota de la semifinal de Sevilla
El precedente del año pasado en la semifinal contra el Sevilla, al que el propio Toto se refirió ayer, debe haber servido para aprender una lección que hoy debe aplicar el Celta. «El equipo tiene que tener muy presente que esto no es la Liga, donde una vez que pierdes 1-0 te da igual que te metan tres porque son cero puntos. Aquí juegas con la posibilidad de decidir en casa ante tu gente y el error del año pasado debe estar presente para no repetirlo», analiza Patxi Salinas. Moncho Carnero le secunda: «Disputar la vuelta en Balaídos es positivo siempre y cuando no se cargue con un resultado abultado de la ida. En ese caso, como pasó el año pasado contra el Sevilla, el partido de vuelta ya sobra», comenta.
Rival
Un oponente que también tiene puntos débiles
Javier Maté va más allá y considera que la eliminatoria entre blancos y celestes es «la más igualada» que ha deparado el bombo de cuartos, quizás junto con la que enfrenta a Real Sociedad y Barcelona. «El Celta llega en el mejor momento de la temporada. Anímicamente, extraordinario, físicamente lo mismo y en el aspecto técnico-táctico hablamos de un equipo que en los últimos cuatro años no ha dejado de progresar», apunta. Enfrente, dice Patxi, «un Madrid espectacular, pero que también tiene sus puntos débiles». Ve en ellos al mejor equipo del mundo, pero también aprecia que no están haciendo su mejor fútbol. Y lo constata Maté: «No les veo el poderío de otros años. Están sacando adelante los partidos, pero les está costando».
Estilo
Un Celta reconocible como la mejor garantía
Los tres técnicos quieren ver a un Celta reconocible porque creen que solo así tendrá alguna opción de hacer daño. «Tienen que ser fieles a sí mismos y a su estilo. En Liga ya se les plantó cara en el Bernabéu aunque no se consiguiera sumar y el partido se debe plantear de manera parecida, como siempre lo hace el Toto: con presión alta, haciendo su juego y buscando sus opciones», profundiza Carnero. También Salinas reclama un Celta «fuerte, valiente, que jueguen como hasta ahora». Y pone de ejemplo el partido de San Mamés. «Manteniendo su posición, lograron llegar a portería. En el Bernabéu también te vas a encontrar espacios que puedes aprovechar. Pero al mismo tiempo debes tener mucho cuidado con sus contras, que pueden hacer mucho daño», dice.
Dinámicas
Indiferencia ante la racha madridista
A los tres técnicos les parece anecdótica la racha de la que presumía el Real Madrid antes de caer ante el Sevilla. No creen que afecte al Celta que se haya roto, ni para bien ni para mal. «A mí no me dice nada. Han ganado partidos en los últimos minutos y con muchas dificultades. El Celta debe ser ajeno a todo eso», opina Maté. Carnero expresa un punto de vista muy parecido: «Yo siempre digo que ganes o pierdas un partido, eso te puede durar como mucho 24 o 48 horas y a otra cosa. Hay que afrontar cada partido desde cero». Patxi Salinas cree que romper esa secuencia de los blancos podría haber supuesto en un momento dado «una motivación», pero también le resta importancia porque cree que el hecho de visitar el Bernabéu en cuartos es estímulo suficiente.
Factores externos
Un «lío» inoportuno en la previa
Carnero, Maté y Salinas no creen que el asunto Orellana vaya a perjudicar al equipo, pero sí tienen claro que «los líos no ayudan», en palabras de Carnero. «No es algo bueno, pero llevan tiempo jugado sin él y no tiene por qué notarse», concluye Maté.