En los últimos partidos al Celta le ha faltado tener más gol, pero eso son dinámicas que existen en el mundo del fútbol. Sé por experiencia que ver portería es una cuestión circunstancial. Hay veces que la pelota entra tropezando y otras en las que no eres capaz de marcar oportunidades muy claras.
A lo largo de la temporada Berizzo ha ido matizando su ataque, y por ejemplo la entrada de Pione Sisto ha aportado más velocidad, pero en el fútbol las cosas no siempre salen como se quiere y se preparan. Además, era difícil que el equipo sostuviese en el tiempo la eficacia que tenía en los primeros meses de la Liga, en los que no necesitaba muchas llegadas para ver portería.
Cuando atraviesas una situación como esta, en la que el gol te da un poco la espalda, lo que debes hacer es insistir en tu modo de trabajar y de atacar. Seguir en la misma línea siendo consciente de que los delanteros viven de rachas. De hecho, estoy seguro de que los propios futbolistas no están sorprendidos de que ahora les esté costando más marcar. Son momentos que se dan lo largo de la temporada. Además, el Celta ha tenido una campaña muy larga. Muchas jornadas de Liga, lo vivido en la Copa del Rey y todo el recorrido de la Europa League con el disgusto final. Son muchos partidos de enorme intensidad que generan desgaste porque te obligan a estar concentrado al cien por cien durante muchas semanas y muchos encuentros, y ese intentar estar al 100 % en cada contienda puede pasar cierta factura.
El Celta ahora se marchará de vacaciones y cuando el equipo regrese se comprobará que ha sido una situación circunstancial. Porque a nadie le cabe duda de que jugadores como Iago Aspas o John Guidetti tienen gol. Además, probablemente si el delantero sueco hubiese marcado en la última jugada en Old Trafford ni siquiera se percibiría esa sensación de falta de pegada.