Drazic espera recuperar su nivel futbolístico con el Celta B tras dos años malos
21 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Dejan Drazic (Sombor, Serbia, 1995) debutó con el Celta B. El atacante, que compró el Celta por un millón de euros dos veranos atrás y que estuvo cedido en el Valladolid, no ve el filial como un paso atrás, sino el lugar ideal para recuperar todo su fútbol y volver a tocar en la puerta del primer equipo. Como carta de presentación marcó un gol a los 50 segundos.
«Pienso que no es malo, sino una oportunidad para mí y para el equipo, y la necesito aprovechar para subir al primer equipo», comentó Drazic después de la victoria del Celta B ante el Pontevedra en su estreno en la división de bronce. La decisión de que viviera su tercera temporada en el fútbol español en el segundo equipo celeste fue colectiva. «Hablamos de lo que era mejor para mí, en donde podía ganar minutos, yo quiero ganar aquí y tener minutos».
Dejan llegó al filial con la autoestima «moi baixa» según reconoció en su día Rubén Albés, y en el Celta B parece que ha encontrado el ecosistema perfecto para recuperarse como futbolista. «Estoy muy contento con mi equipo y con el míster, me tratan bien y creo que puedo aprovecharlo», indica. El serbio sabe que necesita recuperar el terreno perdido.
Fichado al OFK Belgrado en el verano del 2017, en el primer año en Vigo apenas participó con Berizzo en la máxima categoría. En total jugó en diez partidos, cinco como titular, y marcó un gol al Cádiz en la eliminatoria de Copa del Rey. El curso pasado en Valladolid, en Segunda, marcó un par pero también en Copa, al Tenerife. En total quince partidos, solo uno desde el principio, como albivioleta.
Autocrítica
El jugador es el primero en hacer autocrítica y reconocer que no estuvo a la altura en su desembarco. «Llegué aquí con 19 años y todos cometemos errores, como en mi primer año aquí, pero ahora estoy con la cabeza bien y solo quiero jugar al fútbol. Yo creo que estoy en el camino bueno para mí y si sigo así creo que puedo volver arriba y enseñar quién soy yo».
Con contrato con el Celta hasta el 2020 y con una cláusula de rescisión de 30 millones, el club tenía que tomar una determinación con un jugador que había llegado a Vigo como una promesa del fútbol continental.
De momento, la decisión parece acertada. Drazic se estrenó con gol. «No se puede comenzar mejor», comentó con una sonrisa de oreja a oreja, y ahora lo que necesita es ritmo. «Para mí es un poco más difícil después de dos años. Ahora jugué tres partidos y necesito seguir». De hecho, en el partido ante el Pontevedra acabó siendo relevado en el inicio del segundo tiempo. «En un momento de la primera parte me mareaba -explicó-, pensé que después del descanso podría volver bien, pero de nuevo a lo 10 minutos del segundo tiempo me mareaba y no podría seguir».
El Drazic actual transmite un punto de madurez y tiene conciencia de su presente. Sabe que está ante su gran oportunidad, quizás la última de hacerse un sitio en el fútbol profesional vestido de celeste. «Sin jugar estaba mal, ahora creo que puedo llegar a lo que yo soy». Rubén Albés parece que está dispuesto a ser su principal valedor en esta etapa en el filial. «Hoxe só amosou un pouco do que é», aseguró su nuevo entrenador, convencido de que Drazic puede triunfar. «Esa es mi idea», zanja el nuevo Drazic. Ayer, como avance, además del gol, dejó muestras de su calidad y su cambio de ritmo.