El partido se jugará y se abrirán el resto de las gradas, pero el Celta considera imposible la reubicación
21 oct 2017 . Actualizado a las 00:24 h.La grada de Río permanecerá cerrada mañana en el partido Celta- Atlético de Madrid. Lo anunció en la noche de ayer el Concello de Vigo por medio de un comunicado explicando que no se puede garantizar la seguridad. Ante esta situación, el partido de la novena jornada, uno de los grandes de la temporada, se jugará con el graderío de mayor aforo cerrado. El conjunto vigués ya anunció que será imposible reubicar a socios y aficionados y que las taquillas estarán cerradas.
Abel Caballero, el alcalde de Vigo, confirmó a lo largo de la semana que el graderío podría ser utilizado pese a que un defecto de fabricación de las esferas obligó a retirar el módulo central. En la mañana de ayer el Partido Popular solicitó por escrito al Concello que garantizase la seguridad, y horas después un comunicado informaba de la suspensión decretada por el Concello. «Respecto da situación da malla da cuberta da grada de Río, unha vez baixada a estrutura e sometidas as esferas nas que se encaixan as barras ás probas pertienente, os enxeñeiros da dirección da obra confirman que non se pode garantir a seguridade da grada de Río para o partido do vindeiro domingo», reza la misiva de la institución local, que a continuación antepone la seguridad a cualquier precepto, por eso indica que «acatando as decisións técnicas que obrigan ao peche desta grada durante o encontro Celta-Atlético, este partido disputarase en Balaídos, pero coa grada de Río inhabilitada».
En el comunicado se recuerda que el pasado martes se registró una incidencia en una parte de la cubierta al detectarse que 13 barras que forman parte del primer módulo -compuesta por 3.000 hierros- se habían soltado de sus respectivas bolas de sujeción. El jueves se procedió a bajar la estructura y una vez estudiados los daños «os técnicos determinaron que é preciso pechar a grada para proceder a súa reparación tan pronto como sexa posible».