El Celta, sin su goleador, ni Jonny ni Radoja, y obligado al triunfo, se juega su última carta ante el Valencia
21 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Como en el circo, el más difícil todavía para el Celta. Sin margen de error, sin Aspas, ni Jonny ni Radoja, y frente al Valencia. Así se juega la última bala Unzué ante Marcelino García Toral, coetáneos y compañeros de fatigas. El instinto de superviviencia del Celta pasa por aprender con celeridad a vivir sin Iago Aspas. Esta temporada solo lo hizo en una ocasión y le fue mal, ya que el Villarreal se llevó los puntos de Balaídos. Fue la última vez que los celestes perdieron en casa (17 de diciembre). En aquella ocasión el entrenador navarro apostó por Brais arrancando desde la derecha para acercarse a Maxi y el Celta monopolizó el balón, pero apenas inquietó a Sergio Asenjo. A la baja del jugador diferencial del Celta hay que añadirle la sanción de Jonny y la lesión de Radoja, lo que también condiciona el centro del campo.
Con este panorama Unzué tendrá que recomponer el puzzle y seguramente volver al 4-4-2, el dibujo que más ha utilizado esta temporada, con Wass repitiendo como lateral derecho para que Hugo Mallo recuerde viejos tiempos en el costado izquierdo. En el centro del campo la principal novedad será el Tucu Hernández, que tiene el alta y entrenó con normalidad. La envergadura del chileno debe ser clave para intentar anular los casi 190 centímetros de Kondogbia, que regresa al once después de perderse el partido del miércoles, en donde Marcelino apostó por las rotaciones para tener las piernas frescas para Balaídos.
El principal galimatías celeste aparece en el frente de ataque. Sin Aspas, una de las opciones pasaría por colocar en la banda derecha a Emre Mor, el sitio que ocupó en Las Palmas, en donde marcó su único gol hasta el momento, liberando a Brais Méndez para que juegue en la media punta por detrás de Maxi Gómez, apareciendo Pione Sisto en el costado izquierdo. Otra opción podía ser la coincidencia de Boyé y el charrúa, algo más improbable por tratarse de dos futbolistas de un corte muy similar.
Otra posibilidad sería repetir el 3-5-2 del martes, en donde podría tener continuidad Jozabed, pero parece más complicado debido a la estructura de juego del equipo valencianista. Pero con independencia del escenario, el Celta necesita un encuentro eléctrico, de ida y vuelta, porque cada vez que la pausa ha aparecido en la libreta (mucha veces) los vigueses se han convertido en previsibles y vulnerables. Los dos últimos partidos en Balaídos son una buena prueba de ello. Y al factor campo debe apelar de nuevo el cuadro celeste teniendo en cuenta que mantiene el cartel de invicto en la segunda vuelta.
El Valencia llega a Vigo convertido en una de las referencias de la Liga, con la vuelta a Champions asegurada y con opciones de finalizar tercero. En menos de un año Marcelino ha transformado a una ruina de equipo en uno de los grandes de la Liga. Esta tarde no podrá contar con Dani Parejo, uno de los jugadores que más daño hacen al Celta, ni con Gayá en el lateral (que será sustituido por el emergente Lato), pero recupera a dos jugadores fundamentales en la columna vertebral: el central Gabriel Paulista y el mediocentro Kondogbia.
La gran disparidad entre ambos es que el Celta se juega sus últimas bazas para seguir soñando y el Valencia tiene su objetivo en la mano. Ahí debe notarse la diferencia, por mucho que todo parezca en contra.
Una contusión torácica deja fuera a Radoja
Radoja jugó un rato en Leganés y llevó un golpe que le dejó contra las cuerdas para el partido del pasado martes. Frente al Bacelona salió también al final y parece que terminó de fastidiarse. El serbio, que vive un año difícil, sufre según el parte médico una contusión torácica que le aconseja parar pese a que «los estudios radiológicos no revelan lesiones, mantiene dolor que en este momento hacen recomendar reposo. No ha entrenado en el día de hoy (por ayer)».
Su baja se une al lesionado Iago Aspas y al sancionado Jonny. Por contra, regresa Hugo Mallo tras cumplir el partido de sanción y el Tucu Hernández, que recibió el alta por su elongación en el bíceps femoral de la pierna derecha.
Con solo 17 jugadores de la primera plantilla disponibles, Unzué convocó a Víctor Pastrana, un delantero alcarreño del filial que no está disfrutando de muchos minutos en las últimas jornadas. Con el exAlcorcón, son ya siete los jugadores con ficha del Celta B que han entrado en la convocatoria del primer equipo según apunta la cuenta de Twitter Afouteza e corazón.
Menos problemas para hacer a convocatoria tuvo Marcelino García Toral, que cuenta con un equipo de máximas garantías para medirse al Celta, ya que Kondogbia regresa al equipo justo cuando pierde a Parejo y Lato es un recambio de garantía para Gayá.
Los valencianos llegan a Vigo con una racha de dos derrotas consecutivas, aunque antagónicas: en Barcelona dando una buena imagen y con más problemas ante el Getafe debido a las rotaciones.