El Celta, que solo ha ganado uno de los diez últimos partidos, corre el riesgo de caer en la última jornada hasta la decimoquinta plaza, lo que significaría la segunda peor posición desde el regreso a la élite
15 may 2018 . Actualizado a las 00:00 h.El Celta puede firmar su peor posición final en la Liga desde el año de la milagrosa salvación del 4 %. Los vigueses afrontarán la última jornada ubicados en la decimotercera posición después de sumar una única victoria en las diez jornadas más recientes del campeonato, pero empatados a 46 puntos con Espanyol y Levante, quien será el último rival en la mañana del próximo sábado y cuya racha es completamente antagónica a la celeste. Un nuevo traspiés podría relegar a los vigueses a la decimoquinta plaza. A estas alturas, por matemáticas, el equipo ya no puede hacerse con la décima plaza, el segundo objetivo mínimo, después de asegurar la permanencia.
Los célticos firman la peor recta final de los últimos tiempos, con números por debajo de los conseguidos en el mismo espacio en la primera vuelta y dando evidentes síntomas de desconexión que Unzué no ha sabido atajar en ningún momento.
Desde su regreso a la máxima categoría en el 2012, el Celta siempre había realizado ligas en positivo (mejor en la segunda vuelta que en la primera) y había mantenido un crecimiento sostenido, con el único matiz en liga del curso pasado pero con las dos semifinales coperas como atenuante. Ahora todo es distinto, aunque el equipo de Unzué sume un punto más que el último de Berizzo, las sensaciones son mucho peores hasta el punto de temer que este caótico final deje poso para comenzar el próximo proyecto.
Porque hasta el 2018 el Celta había sido un equipo en crecimiento, que pasó de salvarse en la última jornada con 37 puntos a sumar 60 en la 15/16 para volver a Europa. Siempre superando sus marcas anteriores y acercándose a la clase noble de la Liga.
Hasta que todo ser torció el pasado mes de agosto. El equipo comenzó mal la liga, pero se rearmó y acabó la primera vuelta con 25 puntos, pero el problema fue la segunda vuelta, que será peor que la primera pase lo que pase el sábado ante el Levante en la despedida de la temporada.
Porque a lo largo de la segunda ronda el Celta ha sido una escopeta de feria fuera de casa, sumando cuatro puntos del 27 posibles y siendo únicamente capaz de marcar cinco goles, algo que había hecho en un solo partido en la primera vuelta en Las Palmas.
Una mala carta de presentación para el futuro
El pésimo final de Liga del Celta no solo afea el presente, sino que siembra dudas de cara al futuro. En estos momentos la sensación colectiva es de final de ciclo, con jugadores en la puerta de salida y otros, como Iago Aspas, mostrando dudas sobre lo que puede suceder en los próximos meses. Del mismo modo, el equipo vigués podría perder caché en el mercado. En lo económico, se dejará casi 4 millones por el camino en derechos de televisión por la clasificación del último curso.
Sensación de fin de ciclo
Emborronar una línea que parecía sólida y definida
Desde la temporada 2010/11 el Celta había trazado una línea evolutiva en positivo sustentada en unos pilares muy sólidos y con una filosofía definida que parecían ir más allá de los resultados del primer equipo, pero la enseñanza que deja la temporada es que los números y las sensaciones lo marcan casi todo y las últimas diez jornadas dejan muy señalado al equipo, al entrenador y al propio club. La percepción generalizada es que este Celta ha llegado a un fin de ciclo.
Dudas para el futuro
El final no invita a la continuidad en los jugadores que pudieran tener dudas
Iago Aspas es el más claro ejemplo de esas dudas. El moañés está en el punto de mira de muchos equipos y una de las bazas para que decida continuar en Vigo, si alguien estuviera dispuesto a pagar la cláusula, sería contar con un buen proyecto deportivo y rodearle de jugadores de nivel para que el Celta vuelva a ser un equipo competitivo y con aspiraciones. La situación actual es además un cheque al portador para jugadores como Daniel Wass y Jonny, que parecen estar en la puerta de salida desde hace algún tiempo.
Dinero de televisión
La decimoquinta posición solo reportaría 1,8 millones por el último año
Uno de los datos más negativos aparecen en el plano económico por el reparto de derechos televisivos derivados de la clasificación de la última temporada. Si el Celta finalizase en la séptima posición le corresponderían 6,3 millones de euros (el 5 % de 126 millones, la cantidad repartida el año pasado y que se toma como base), pero de caer a la decimoquinta posición a los vigueses solo les corresponde el 1,5 % de la misma cantidad (1,89 millones). En la última jornada podría escalar hasta el undécimo lugar, lo que significaría en dinero recuperar un máximo de 900.000 euros.
Planificación
Un producto menos apetecible en el mercado
El Celta ha sido uno de los equipos más apetecibles en los últimos años para los futbolistas. Para los jóvenes, por su apuesta por los emergentes, y para los más conocidos, por su estabilidad y su condición de equipo con pedigrí. Sin embargo, la situación sufre ahora el matiz oscuro del final de Liga. Su recesión en la clasificación y en el juego desplegado no ayudan para convencer a alguno de los jugadores que puedan tener dudas de sumarse al proyecto celeste.
Reconstrucción
Comenzar de nuevo
Con muchos jugadores con contrato en vigor, un mal final de temporada no debería ser sinónimo de volver al punto de partida, pero esa es la impresión en estos momentos. Que el nuevo Celta debe nacer de otro proyecto, con un nuevo líder (el nuevo entrenador) y quizás con una plantilla con más caras nuevas de las esperadas. El verano apunta a movido en el seno del Celta después de lo vivido en los dos últimos meses como desenlace a una campaña que comenzó torcida y que solo parecía enderezarse en el mes de enero. Fue un espejismo.
Decepción para el 88 % de los lectores de Grada de Río
El 88 % de los lectores de la web del Celta de La Voz de Galicia, Grada de Río, consideran que la temporada del conjunto vigués ha sido decepcionante, algo que no comparte el restante 12 %. Al principio de campaña Europa parecía una ilusión, no una obligación, pero los rivales dieron muchas facilidades a lo largo del curso que el Celta nunca supo aprovechar.