Su canción, sus bailes, su garaje o su faceta solidaria le permitieron calar en la afición celeste
30 may 2018 . Actualizado a las 11:40 h.Guidetti ha dejado de ser jugador del Celta casi tres años después -aunque durante el último medio año estuviera ya fuera como cedido en el Alavés-. Ayer el club hacía oficial su marcha definitiva y hoy era él mismo el que dedicaba unas palabras de despedida al celtismo, una afición en la que caló desde el primer día. Aunque también con sus detractores, los que decían que su aportación era más fuera del campo que dentro, el sueco se ganó el favor del celtismo. Y más allá de sus goles, tuvo mucho que ver su manera de mostrarse dentro del campo, que se puede resumir en diez momentos:
-Su canción. Durante sus años en Vigo, la canción de Guidetti no solo sonó en Balaídos cada vez que el sueco marcaba un gol -que también-. Fue versionada por alumnos de colegios vigueses, bandas de música, orquestas en verbenas de verano, se pudo escuchar en Carnavales y más fiestas viguesas y hasta a ritmo de gaita en las gradas del municipal vigués.
-El rap de la clasificación para Europa. Sobre el escenario instalado en la plaza de América, y junto a Théo Bongonda, Guidetti se erigió en alma de la fiesta y en uno de los protagonistas de los festejos por la clasificación para Europa en el verano del 2016 gracias al rap que dedicó al equipo.
-Coqueteos con el gallego. Aunque tardó en arrancarse incluso a dar entrevistas o hacer declaraciones en español, poco a poco se fue animando y antes de eso se atrevió en alguna ocasión con el gallego por escrito a través de sus perfiles en redes, haciendo las delicias de la afición celeste. También llegó a arrancarse con el Himno del club.
-Su almohada. En marzo del 2017, el equipo partía desde Peinador rumbo a Krasnodar. Guidetti lo hacía equipado con su almohada, que portaba en la mano, dejando unas fotos que dieron mucho juego entre la afición celeste a través de las redes sociales.
-Jugando con niños en Patos o el Arenal. Reclamado por los seguidores del Celta allá donde iba, Guidetti nunca tuvo problemas en ponerse a jugar al fútbol con niños que así se lo requerían. En concreto, se recuerda un vídeo grabado por su mujer en el que daba patadas a un balón con un pequeño en Patos, así como otra ocasion en la que jugó y se fotografió con otro grupo de jóvenes celtistas en el Arenal.
-Bailes y canciones en cualquier rincón. Muy dado a bailar y cantar, casi cualquier momento y lugar han sido buenos para arrancarse con una de las dos cosas. Desde sus vídeos en familia en el coche hasta los grabados en el vestuario o en los pasillos de A Madroa o Balaídos, así como con su selección. Siempre tirando de humor y simpatía.
-Su faceta solidaria. La historia de Guidetti en Kenya es uno de los aspectos más llamativos de su biografía. El jugador siempre habla de cómo le marcó y mediante la Fundación que lleva su nombre siempre ha continuado vinculado a África y promoviendo iniciativas solidarias. La colaboración de un vigués con la Fundación Guidetti hizo que sus pulseras se extendieran por Vigo.
-Su garaje. El garaje de la casa de Guidetti en Vigo causó sensación por su decoración, con fotos de seguidores del Celta en Balaídos. Un periódico sueco lo mostró al mundo y fue otro argumento más para que la hinchada celeste se rindiera a sus pies. Posteriormente ha sido utilizado por su amigo Osterholm, futbolista del Coruxo.
-Su implicación con la afición. Siempre atento con sus fans, si algo no se le puede recriminar a Guidetti es haber estado siempre dispuesto a atender a un seguidor o a sacarse una foto. Se había echado de menos una despedida para el celtismo que, fiel a su línea, ha publicado hoy.
-Su faceta de padre. Su primera hija nació en Suecia, pero vivió su primer año y medio de vida en Vigo y el delantero compartió siempre a través de sus redes muchos momentos tiernos y divertidos con la pequeña Nellie, muchas veces vestida con prendas del Celta o jugando con un balón con el escudo del club. Su segundo retoño nació ya en Vitoria.