Desde que asumió la presidencia, el Celta ha pasado de los años de gasto cero a inversiones notables
11 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La gestión económica de Carlos Mouriño ha resultado impecable desde que asumió las riendas del Celta. En sus doce temporadas al frente del equipo, los números han pasado de rojo a negro hasta convertir al cuadro vigués en el que mayor beneficio neto de la Liga tiene. En el plano deportivo, las cuentas hablan de un equipo que únicamente en los últimos años ha abierto más la chequera para fichar, después de que durante la travesía en el desierto la partida para compras fuese nula. En total, en la última docena de temporadas el Celta ha desembolsado algo más de 70 millones de euros en fichajes, frente a los más de 90 que ha hecho en ventas.
En el curso 2006/07, cuando Mouriño aterrizó en la presidencia, intentó subir al equipo por la vía rápida y apostó por una decena de fichajes. Según los datos del portal Transfermartk, esa campaña el Celta destinó a fichajes 4,75 millones de euros de los que la mayor parte se correspondían a la adquisición de Nené, que costó 4 millones. El resto lo abonaron a la Lazio para hacerse con los servicios de Lequi. Los demás fichajes llegaron en forma de préstamo o libres.
Por número de incorporaciones, las siguientes tres temporadas fueron de mucho trajín, pero de cinturón apretado. Tanto, que en la 07/08 el millón de euros que abonaron al Racing de Ferrol para contratar a Rubén González fue la única compra. El resto fueron todos libres o cedidos.
El concurso de acreedores obligó al club a hacer encaje de bolillos con los fichajes, lo que se tradujo en que entre el verano del 2008 y el invierno del 2012 incorporaron jugadores a coste cero o cedidos. Siempre según los datos de Transfermartk, durante esas cuatro temporadas el Celta no pagó ni una sola compra. Jugadores como Trashorras, De Lucas, Mario Bermejo o Natxo Insa llegaron sin desembolso previo.
La vuelta a la élite
Las apreturas de los años oscuros se esfumaron en casa Celta nada más volver a la élite. El salto de categoría exigió inversión en el vestuario y en la campaña 21012/13 el club desembolsó más de cinco millones de euros para hacerse con nueve futbolistas. Augusto Fernández (1,5 millones por el 50 % de su pase) y Orellana, que llegaría en invierno, fueron los principales destinatarios, aunque el Celta siguió apostando por un buen puñado de jugadores cedidos.
La adquisición de Nolito, que superó los 2,5 millones, fue la operación más importante en muchos años. Fue en el estío del 2013 y abrió un nuevo camino en la senda de los desembolsos. Al curso siguiente el club se quedaría en algo menos de 4 millones en inversiones, pero en el 2015 las compras se dispararon.
En ese 2015 llegaron, entre otros, Aspas, Beauvue y Wass, y al final del curso las cuentas marcaban más de 16 millones gastados. «Estamos dedicando como 20 millones a fichajes permanentemente en los últimos años, por lo tanto, creo que para nosotros es un esfuerzo tremendo», valoraba Mouriño hace unos días. Un año más tarde, las operaciones celestes se quedarían, aproximadamente, en la mitad, con 8,4 millones de inversión de los que la mayor tajada, seis, correspondieron a la compra de Pione Sisto.
Pero, sin duda, la campaña pasada, en la que el equipo reeditó el decimotercer puesto del año anterior, fue la que cambió el paso en las oficinas célticas. Las compras se dispararon más allá de los 25 millones impulsadas por nombres como Mor y Lobotka. Este verano, está por vera. Hasta la fecha, David Juncá ha llegado gratis.