El último fichaje del Celta debutó sin apenas entrenar con el grupo y se ha apoderado del lateral zurdo
08 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Poco más de cuatro horas de entrenamiento con el Celta. Ese fue el tiempo del que Júnior Alonso dispuso para adaptarse a la carrera a su nuevo equipo antes de debutar. El 14 de agosto el club anunciaba la llegada del paraguayo bajo la etiqueta de refuerzo polivalente para la defensa, y cuatro días después vivía su estreno en la liga siendo titular ante el Espanyol. Entre medias, tres sesiones de preparación con sus nuevos compañeros y un puñado de indicaciones de su entrenador, Antonio Mohamed, que prefirió contar con el recién llegado antes de confiarle el lateral zurdo a Robert Mazan, ya que David Juncà se encontraba lesionado.
En Vigo, lo de Júnior fue llegar y besar el santo, pero el paraguayo sabe también lo que es tener que es vivir la otra cara de la moneda. Fue en el mercado de invierno del 2017 cuando el jugador recaló en el fútbol del viejo continente. Por aquel entonces, todo parecía indicar que el defensor del Cerro Porteño pondría rumbo al Racing de Avellaneda, pero el Lille francés ganó la partida y se hizo con los servicios del zaguero. Para cuando el guaraní dispuso de la documentación, enero ya languidecía. Y para cuando disputó su primer partido con su nuevo equipo, ya era 18 de febrero. Entró unos minutos al final del duelo contra el Caen, y no sería hasta finales de ese mes cuando disputaría su primer partido completo.
En aquel momento, el propio Júnior analizó su aclimatación. «En Paraguay teníamos 30 o 35 grados y cuando llegué a Lille había 0, así que me costó al principio», había confesado a medios de su país. En Vigo, sin embargo, todo ha sido diferente. «Mi rápida adaptación me sorprendió un poquito, pero venía preparado para esto», reconocía ayer el internacional del Celta, un jugador que transpira profesionalidad por cada poro y que atribuye a su buena preparación física y a la acogida del vestuario su aclimatación a la carrera.
«Me pone muy contento, tenía pensado eso. Hice la pretemporada al cien por ciento con mi club anterior, jugué los amistosos y estaba preparado para cuando me tocara la oportunidad hacer un gran trabajo. Y creo que lo hice». Bajo su punto de vista, su buen estado de forma le ha permitido engancharse rápidamente a la dinámica celeste, «y quizás en lo futbolístico uno puede pensar que la adaptación puede ser un poco más lenta, pero yo tomé las medidas necesarias, traté de hacer un gran partido, adaptarme rápido al grupo y creo que el grupo también fue fundamental para eso. Me han recibido muy bien, me ayudaron bastante».
Saber qué debe hacer
En menos de un mes, Júnior Alonso se ha apoderado del costado zurdo de la defensa a base de un trabajo sobrio y efectivo. Justo lo que le demanda Mohamed. «Lo que me pide es, primeramente defender, y luego atacar. Lo principal es que el equipo esté sólido, fuerte defensivamente para que los atacantes tengan la libertad y tranquilidad para poder finalizar la jugada y tomarse un tiempo para que no estén tan preocupados viendo lo que pasa ahí atrás. Nosotros tenemos esa obligación». Y él la cumple a rajatabla.
A pesar de que es como central como mejor exprime sus prestaciones, en el lateral se ha desempeñado con autoridad y se muestra dispuesto a seguir defendiendo ese puesto si Mohamed lo considera oportuno. «Estoy preparado para las dos posiciones, donde decida el entrenador que puedo ser útil para él y para el equipo. Hoy en día me toca la banda izquierda y voy a hacer el mejor trabajo que pueda, siempre voy a dar el cien donde me toque jugar», razona el defensa.
Desde la semanas pasada, Júnior ya sabe que competirá con David Juncà, que ya tiene el alta, y con Robert Mazan, que no salió, por el lateral zurdo. Sin embargo, vistas las tres primeras jornadas y que el entrenador prioriza tener bien cubierto el aspecto defensivo, él es el gran candidato al puesto.