Los vigueses fueron incapaces de hacer valer sus dos goles de ventaja ante el Valladolid y terminaron cediendo un empate en el 93
22 sep 2018 . Actualizado a las 19:36 h.El Celta se inmoló ante el Valladolid. Tuvo el partido ganado por su tremenda pegada por dos veces y acabó cediendo dos puntos en el tiempo de descuento ante el Valladolid que llegó a Vigo sin haber marcado un gol y se fue con tres y un punto de oro. El cuadro de Mohamed fue una delicia en los diez primeros minutos, en los que marcó dos goles, y un esperpento en el resto. Bajando la intensidad, renunciando al balón y jugando solo a tirones, con una banda derecha impropia de un conjunto asentado en la élite del fútbol profesional. Un mal camino cuando las aspiraciones son importantes y el grupo de peloteros de lo más destacado de los últimos tiempos, porque de pegada solo no se vive. Hacen faltan muchas cosas más.
El inicio local fue primoroso, con dos goles y el partido encarrilado. Aspas aprovechó un pase filtrado de Maxi para abrir el marcador a los cuatro minutos y otros tantos después fue el charrúa quien hizo diana en un rechace tras un balón colgado desde la derecha. Acto seguido, con los célticos en modo espectacular, rondaron el tercero con un remate de cabeza de Iago Aspas que salió a un palmo del larguero.
Todo era de color de rosa para el Celta, pero los de Mohamed bajaron la intensidad, perdieron de vista el balón, coleccionaron errores en la distribución y el Valladolid, bisoño y con poco fútbol, acabó metiéndose en el partido con un cabezazo de Óscar Plano, sin oposición alguna, que se convirtió en el primer gol pucelano desde su vuelta a Primera. En la quinta jornada. El 2-1 dejaba una contienda que parecía sentenciada en el inicio, muy abierta para la segunda mitad.
El segundo tiempo fue un tobogán. Porque el Celta volvió a dar un nuevo golpe que parecía definitivo. Brais fabricó la jugada en la izquierda y entregó el testigo a Iago Aspas para que marcase un gol de bandera desde la frontal. Cogió el balón con la izquierda y la colocó a la cepa del palo de un modo impecable.
Pero la indolencia volvió a vestirse de celeste con el 3-1 y el Valladolid terminó creyéndose que podía tocar el balón y jugar en campo contrario. Y sobre todo, se dio cuenta que la banda derecha del Celta era un filón para percutir y confiar. Por ahí acortó distancias Ünal nada más entrar en el campo ganando la partida a un centro de la defensa que para entonces ya hacía aguas. El 3-2 necesitó de la aprobación del VAR y dio paso a una media hora en donde todo podía pasar. El Celta, sin tener control de partido, pudo matar la contienda en sendas contras de Iago Aspas y Brais Méndez, pero en ambos casos falló la puntilla.
Y vivo, el Valladolid quemó las naves en ataque y en el 93 acabó sacando un punto precioso. Con el mismo argumento del segundo gol. Centro desde la derecha y remate de Leo Suárez a placer para el 3-3. Un mazazo superlativo para un Celta que en cinco días ha perdido gran parte de su crédito. Recuperarlo en Mestalla no parece nada fácil.
Ficha técnica
3. RC Celta de Vigo: Sergio; Roncaglia, Costas, Araujo, Juncá (Júnior Alonso, min. 59); Okay, Brais Méndez (Beltrán, min. 81), Lobotka; Boufal (Sisto, min. 69), Iago Aspas, Maxi Gómez
3. Real Valladolid: Masip; Javi Moyano (Leo Suárez, min. 92), Olivas, Calero, Nacho; Borja Fernández (Ünal, min 56); Keko (Toni Villa, min. 52), Míchel, Alcaraz, Óscar Plano; Duje Cop
Goles: 1-0, m.5: Iago Aspas; 2-0, m.8: Maxi Gómez; 2-1, m.39: Óscar Plano; 3-1, m.54: Iago Aspas; 3-2, m.65: Ünal; 3-3, m.93: Leo Suárez.
Árbitro: Prieto Iglesias (colegio navarro). Amonestó a Roncaglia y Juncá por parte del RC Celta; a Alcaraz y Cop por parte del Real Valladolid
Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 16.552 espectadores.