Fernando Cáceres, en su 50 cumpleaños: «En menos de un mes podré caminar solo»

GRADA DE RÍO

El excéltico, que estuvo a punto de morir tras ser asaltado en el 2009, creó un club de fútbol y desafió a los médicos que dijeron que no se volvería a levantar de la silla de ruedas

08 feb 2019 . Actualizado a las 11:42 h.

Tenía 40 años cuando los médicos le dijeron a su familia que no iba a sobrevivir al tiroteo que sufrió en noviembre del 2009 y, sin embargo, hoy el excéltico Fernando Cáceres sopla 50 velas. Mucho se ha hablado de su historia de superación, de que no solo salió adelante cuando le daban nulas esperanzas de vida, sino que desafió nuevamente a los médicos volviendo a andar cuando vaticinaron que tal cosa esta imposible. Contando los días para caminar sin ayuda, habla con naturalidad de su lucha y de su vida.

-¿En qué momento de su recuperación se encuentra?

-En la fase final, estamos con los últimos detalles para dejar todo y poder caminar sin ayuda. Hay que tomárselo con tranquilidad, pero me siento muy bien, cada vez mejor, y no creo que tarde más de un mes en conseguirlo.

-¿Cómo fue la sensación la primera vez que se levantó de la silla de ruedas?

-La reacción inmediata fueron las lágrimas. El hecho de que te digan que no vas a poder hacer algo y acabar consiguiéndolo a base de buscarlo con todo tu empeño es algo increíble. Pero desde entonces no he parado de avanzar. Ahora mismo me sigo desplazando en silla a veces, pero también ando solo con bastón. Sí que es cierto que tengo que manejar el ritmo de caminar, porque es todo nuevo y tengo que calcular las distancias y el cansancio para que mi cuerpo no se resienta.

-¿Siempre tuvo claro que iba a conseguirlo?

-Si, sí, puse todo mi corazón para que saliera adelante y lo afronté con mucho optimismo para dejar atrás todo lo que había pasado. No hubo un solo día que no trabajara para que llegara este momento. Las ganas de querer vivir día a día me las han dado mi familia y mis amigos. Pensar lo que se alegrarían ellos de volver a verme bien me dio la fuerza necesaria.

-¿Cuál ha sido el momento más duro de todos estos años?

-Nunca me vine abajo. Desde el momento en que me sucedió eso, todo fueron avances y confianza. Un día, un paso; otro día, dos, y así se fueron dando las cosas. El ánimo fue cada vez a mejor. Nunca hubo un momento de decir: ‘No puedo más’, al contrario. Y gracias a eso puedo decir que ya es natural levantarme solo, andar y sentir que puedo.

-¿Cómo se consigue no guardar rencor después de que a uno le hagan el daño que le hicieron a usted?

-Es mejor seguir hacia adelante y pensar en ayudar a jóvenes como los que me atracaron. Pensar en por qué llegaron a eso e intentar que no haya otra gente que acabe así. Por eso cree mi club de fútbol, que me motiva, me hace pensar en cosas lindas. Lo que ocurrió me llevó a pensar mucho más en los chicos que necesitan ayuda, en por qué acabaron haciendo eso. Elegí ese camino.

-Comentó en su día que creó el Fernando Cáceres FC para sacar a niños de la calle y ya lleva varios años con el proyecto. ¿Qué balance hace?

-Cada vez, mejor. En algún momento de mi vida estuve en el lugar de esos chicos, soñando con ser futbolista y ayudarles a conseguirlo me ayuda muchísimo. Trato con ellos y hablamos mucho de fútbol, pero más del de ahora, de lo que ellos ven. Les doy consejos sobre los estudios, la alimentación y los hábitos en general. Escuchan y preguntan mucho.

-¿Mantiene el sueño de ser entrenador que expresaba hace algún tiempo?

-Sí, de alguna manera ya lo soy aunque no lleve a un equipo concreto. Tenemos 250 niños en las diferentes categorías y estoy con ellos siempre, tratando de hacer cosas con ellos, que se sientan bien y que crezcan como futbolistas y como personas. Ellos tienen su sueño y quiero darles una oportunidad de conseguirlo.

-¿Tiene un significado especial cumplir 50 años?

-Cada año es importante y este también. Es importante haber llegado, aunque no me gusta pensar mucho en que dijeron que no sobreviviría. Son recuerdos que están ahí y ya está. Hoy en día puedo disfrutar la vida de otra manera. Siempre he buscado lo bueno dentro de lo malo, y ese camino me llevó a donde estoy ahora.

-¿Qué hueco tiene el Celta en este medio siglo que cumple?

-Significó muchísimo, conocí gente muy buena, una ciudad en la que daba gusto vivir y un club que demostró ser muy grande. El tiempo que estuve allí me hizo crecer mucho, mantengo muchos amigos y he recibido mucho cariño de Vigo en todo este tiempo. Voy siempre que puedo, la última vez hace seis meses de vacaciones. Y no dejo de recibir muchísimo cariño.