«A Iago le sobraba calidad y no tenía miedo a nada»

La VOz VIGO

GRADA DE RÍO

M. MORALEJO

Lequi y Baiano compartieron muchos entrenamientos con Aspas y el argentino llegó a jugar con él en su debut con el primer equipo

12 abr 2019 . Actualizado a las 10:00 h.

Matías Lequi estaba sobre el terreno de juego el día que Aspas debutó con el Celta, en Segunda frente al Salamanca el 8 de junio del 2008 de la mano de Alejandro Menéndez. Pero más allá de haber vivido a su lado aquel estreno con el primer equipo hace once años, el argentino se acuerda a la perfección de aquel canterano que asegura que ya llamaba la atención.

«Recuerdo que venía a entrenar muy a menudo con nosotros y la calidad se le veía. Le faltaba el momento de explotar, de instalarse en el primer equipo y llegar a Primera como hizo luego, pero las condiciones sin duda las tenía», relata el excéltico. Si algo le llamaba la atención de aquel joven Iago era «su desparpajo para jugar al fútbol y quitarse todo tipo de presiones internas y externas», afirma.

Porque Lequi recuerda a un Iago que en el momento que empezaba una sesión en A Madroa, y pese a su inexperiencia con respecto a los compañeros, era uno más. «Era un chico que, sobre todas las cosas, no se inhibía, no se retraía a la hora de participar en los entrenamientos como cualquier otro compañero. Venía con humildad, pero con carácter y sin ningún miedo a nada».

Lequi habla de un Aspas «con mucho temperamento del que buen entendido te hace llegar a donde él está ahora». Desde su punto de vista, Iago ya «buscaba» por aquella época a base de trabajo «lo que encontró en toda su carrera», que era llegar a ser un futbolista de élite. «Le sobraban condiciones, aunque sí que es cierto que en aquel momento no podíamos imaginar que fuera a llegar a ser uno de los mejores delanteros del fútbol español», desgrana.

Baiano también coincidió con Iago en la temporada anterior a su debut, aunque mucho menos. Le vienen imágenes suyas fuera del campo. «Con quien coincidí sobre todo es con Jonathan, ¡me acuerdo mucho de su miedo a volar!», dice divertido. Y recuerda al mayor «hablando con Iago en A Madroa después de los entrenamientos, dándole consejos. Siempre estaban juntos».