La semana de parón por la sanción permitió al moañés, con la fatiga muscular acechando, recuperarse para afrontar al 100 % el ciclo que el sábado comienza
16 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Iago Aspas regresa con las pilas cargadas tras cumplir el partido de sanción. Después de acumular tres partidos en ocho días tras tres meses parado, y con la fatiga muscular acechando en el horizonte, su baja por acumulación de tarjetas en el Wanda Metropolitano le ha permitido recuperar el tono físico del mejor modo para trabajar con total normalidad durante esta semana y llegar al partido con el Girona, que abre un nuevo ciclo de tres partidos en una semana, en óptimas condiciones.
«Venía de tres partidos en ocho días, jugando muchos minutos y me viene bien descansar un poco para volver el siguiente partido a tope», comentó Iago Aspas sobre su semana de descanso obligatorio. A lo largo de la semana pasada el moañés llevó un plan específico de trabajo para recuperarse del mejor modo. «Estoy haciendo algún trabajo, también de gimnasio con los fisioterapeutas e irme recuperando con los compañeros porque también hay fatiga muscular», explicó el moañés, que incluso trabajó el sábado en el gimnasio de A Madroa en compañía de Brais Méndez mientras sus compañeros velaban armas antes de enfrentarse al Atlético de Madrid en el Metropolitano.
Esa fatiga muscular venía generada por un ciclo de alta exigencia tras una lesión tan latosa. El propio Iago Aspas desveló que la idea era ir dosificando su tiempo en el campo pero las circunstancias no le permitieron y terminó jugando 262 minutos de 270 posibles, un volumen mucho mayor del previsto pero al que respondió perfectamente a nivel físico.
En su recuperación pudo tener su cuota de importancia el tratamiento de factores de crecimiento con glóbulos blancos. No a efectos de acortar los plazos, sino de cicatrización. «Ellos daban unos plazos de alta mucho más altos de los que creíamos nosotros y entre las pruebas que iba haciendo casi cada semana y el tratamiento que hice en Madrid fue adelantar un poco para que la cicatriz no volviese a abrir», reconoció el futbolista, que ahora parece recuperado por completo de la lesión y con mucho margen de mejora a nivel físico. Al margen de los médicos, el propio Iago puso mucho de su parte para recuperarse y volver a los terrenos de juego del mejor modo posible con maratonianas doble jornadas de fisioterapia y con entrenamientos dobles en la soledad de A Madroa. «Fueron muchas horas con los fisios y de entrenamientos mañana y tarde, pero era necesario», confiesa el 10 celeste.
Aspas ya se ejercitó en la tarde de ayer con normalidad con el resto del grupo y atrás parecen quedar de un modo definitivo todos los pasajes de una lesión de gemelo interno que fue mucho más allá de lo previsto. «Cuando tienes una lesión muscular como máximo piensas en un mes o tres semanas, pero después del partido del Levante tenía muchas molestias, hice la prueba y al día siguiente tuvimos una reunión entre Cardoso, el doctor y yo y ahí me comentan que está roto de nuevo». Ese fue el momento más duro. Justo cuando más le necesitaba el equipo.
Por fortuna para el Celta parece haber llegado a tiempo y si la anterior semana de tres partidos fue clave, en el ciclo idéntico que se avecina debe resultar igual de determinante.