Ganar fuera de casa se ha convertido en la asignatura pendiente del Celta para dar el empujón definitivo hacia la permanencia. De momento los vigueses acumulan nueve salidas consecutivas sin vencer con siete derrotas y dos empates y en caso de no salir triunfadores de la visita de mañana al Espanyol igualarían una serie de diez partidos sin ganar a domicilio que no tiene precedentes desde la temporada 1996/97, cuando el equipo entonces dirigido por Fernando Castro Santos estuvo doce encuentros sin ganar lejos de casa, entre el 17 de noviembre del 96 (0-3 al Logroñés) y el 25 de mayo del 97 (0-1 al Valladolid).
En medio queda una serie de ocho derrotas (Sporting, Sevilla, Compostela, Santander, Oviedo, Real Madrid, Barcelona y Valencia) y cuatro empates (Zaragoza, Betis, Deportivo y Athletic). En total 4 puntos de 36 posibles. Los célticos finalizaron aquella temporada con 22 equipos en Primera División en la décimo sexta posición con 49 puntos, con un margen de cuatro sobre el descenso.
Las rachas
Y si el Celta en la actualidad es el peor visitante de la liga (conjuntamente con el Rayo) con diez puntos, el Espanyol es el octavo mejor local después de 33 jornadas. Los pericos han sumado 29 de sus 42 puntos en casa, en donde han ganado Barcelona, Real Madrid, Betis, Sevilla y Girona, mientras que Huesca y Getafe empataron a un gol.
Los de Rubi tienen a cuatro puntos el séptimo puesto que podría dar lugar a competición europea y ante los vigueses se jugarán su último cartucho.