Una tradición pendiente

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El Celta, que siempre ganó al menos un partido por vuelta a domicilio desde su regreso a Primera, agota en San Mamés sus opciones tras una ronda en blanco

11 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ganar un partido a domicilio se le resiste al Celta en esta segunda vuelta. Por primera vez desde que regresó a Primera en la temporada 2012/13 los vigueses corren en riesgo de quedarse sin un triunfo por ronda a domicilio. A los de Escribá tan solo les queda la bala de San Mamés, y ganar al Athletic en este caso no solo mantendría la tradición sino que certificaría de un modo matemático la permanencia celeste en un año tan complicado.

A estas alturas de la segunda vuelta del campeonato el Celta es el único que queda por ganar como visitante después de jugar ya 10 partidos lejos de Balaídos. Sus puntos a domicilio desde enero se resumen en cuatro empates, los dos últimos en las dos salidas anteriores, lo que también puede resultar indicativo.

Esta situación choca con la tradición desde la vuelta a la máxima categoría. Desde entonces el equipo vigués siempre ganó una vez al menos a domicilio por ronda. Sucedió en la segunda rueda del curso pasado con un triunfo en San Sebastián en la primera jornada (1-2) y en la primera ronda de la 2012/13 cuando el Celta asaltó La Romareda de Zaragoza con un gol de Roberto Lago (0-1). También en la primera vuelta de la 16/17 solo hubo un triunfo como visitante, en la cancha del Espanyol (0-2).

La mejor racha

Por contra, el mejor Celta en una sola vuelta a domicilio desde el 2012 aparece en la segunda ronda del ejercicio 13/14, cuando fue capaz de ganar cinco encuentros: Granada, Villarreal, Levante, Almería y Osasuna. Fue con Luis Enrique en el banquillo. La campaña pasada con Unzué fue en la primera vuelta cuando alcanzaron los cuatro triunfos (Eibar, Las Palmas, Deportivo y Levante). También Berizzo consiguió cuatro victorias foráneas en el primer tramo de la liga 15/16: Levante, Sevilla, Villarreal y Granada.

Como visitante, el Celta ha ido a más en los últimos tiempos. Desde la llegada de Escribá perdió en Madrid con el Real y el Atlético, ambos por 2-0, y a continuación sumó tres empates: Huesca, Espanyol y Leganés. Mañana tendrá una prueba de fuego en el feudo en donde todavía no ha ganado desde que el Athletic se mudó al nuevo estadio.

En la primera vuelta Mohamed y Cardoso se repartieron los dos triunfos a domicilio. Con el argentino en el banco el cuadro vigués ganó en su feudo talismán del Ciutat de Valencia y con el luso asaltaron Villarreal cuando peor estaba el submarino. Aquello fue el 8 de diciembre y desde entonces han pasado 154 días sin que el cuadro céltico regresase a casa con un triunfo. Ahora parece el momento más apropiado para volver a hacerlo.